Vargas LLosa: «Voy a escribir hasta el último de mis días»

EFE

CULTURA

El escritor peruano, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, se mostró hoy feliz con ese reconocimiento, al tiempo que subrayó su compromiso con la literatura y con la defensa de las libertades.

07 oct 2010 . Actualizado a las 23:32 h.

El escritor peruano Mario Vargas Llosa, galardonado hoy con el Premio Nobel de Literatura, se mostró feliz con ese reconocimiento, al tiempo que subrayó su compromiso con la literatura y con la defensa de las libertades.

«Voy a escribir hasta el último de mis días», afirmó el escritor a quien la Academia Sueca reconoció hoy como Premio Nobel de Literatura 2010 por su «cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo», por la manera en que a lo largo de sus más de treinta novelas y múltiples ensayos ha entrelazado literatura y política.

«Creo que es un premio literario y espero que me lo hayan dado más por mi obra literaria que por mis opiniones políticas. Ahora, si mis opiniones políticas en defensa de la democracia y la libertad, y en contra de las dictaduras han sido tenidas en cuenta, pues en buena hora. Me alegro», dijo Vargas Llosa en una conferencia de prensa en el Instituto Cervantes en Nueva York.

Acompañado por su esposa Patricia y por el ex presidente de Perú Alejandro Toledo, el escritor hispano-peruano aseguró también «no creer» que este premio le vaya a cambiar.

«Voy a seguir escribiendo sobre lo que más me estimula y defendiendo las ideas que tengo, la democracia y la opción liberal, así como con las críticas a toda forma de autoritarismo, a toda ideología que crea exclusión, discriminación, que cierra posibilidades de diálogo», aseguró el autor de «La fiesta del chivo» o «Pantaleón y las visitadoras», entre otras.

Respecto al futuro de América Latina, el autor se mostró optimista y señaló que «aunque hay muchas cosas que andan mal, hay muchas que ahora andan mejor. Hoy día tenemos muchas menos dictaduras en América Latina que en el pasado».

En esa región, agregó, «hay gobiernos de izquierda y de derecha que son democráticos. Eso es una gran novedad respecto al pasado, en que la derecha no era democrática y creía en los golpes militares. La izquierda no era democrática, creía en la revolución y que la democracia era una fachada de la explotación».

Vargas Llosa se refirió así a los gobiernos democráticos de izquierda de Brasil o Uruguay, y de derechas como los de Colombia, Perú o Chile, lo que consideró «un gran progreso» para la región.

«Lo que para mí representa un retroceso es que todavía tengamos Cuba o Venezuela, pero mi impresión es que esa corriente autoritaria, antidemocrática, está como de salida, que cada vez tiene menos apoyo popular como se acaba de ver, por ejemplo, en las elecciones venezolanas», señaló.

Vargas Llosa, que en la década de los noventa fue candidato a la presidencia de su país, se refirió también al conflicto de Oriente Medio.

«Siempre he sido un defensor de Israel, pero también reconozco el derecho de los palestinos a tener un estado viable y, por esa razón, soy también un crítico severo de los asentamientos israelíes, que son un obstáculo en este momento para las negociaciones de paz», afirmó.

Por otra parte, Vargas Llosa aseguró que el Premio Nobel, que le será entregado en una ceremonia el próximo 10 de diciembre en Oslo, «es un reconocimiento a la lengua española» y a la literatura latinoamericana, al tiempo que afirmó que trata «de promover el español escribiendo» lo mejor que puede.

«Este premio no es sólo un reconocimiento como escritor, sino también a la lengua española que es en la que escribo y que tiene mucha energía, es moderna y creativa», dijo el autor, que también agradeció a España porque «le ayudó a ser escritor».

El autor de «La ciudad y los perros» se mostró «sorprendido» por haber recibido este reconocimiento internacional, del que dijo: «todavía no he tenido mucho tiempo de pensar en él... Me alegro mucho».

«Es también un reconocimiento de la literatura latinoamericana que en las últimas décadas ha ido adquiriendo una cierta ciudadanía en el mundo», subrayó, al tiempo que alabó la política educativa del Instituto Cervantes por tener el «acierto de enseñar español en todas sus ricas variantes».

Igualmente tuvo palabras de agradecimiento para España porque le ayudó «a escribir y a ser leído en muchas partes del mundo» y recordó que el ex presidente de Perú Alberto «Fujimori no le reconocía como peruano» y le quería «quitar la nacionalidad». «España me reconoció la nacionalidad y me evito ser un paria. España no era un país mío, y se ha vuelto mío. Lo quiero muchísimo, pero lo que yo escribo es Perú. Soy peruano», subrayó.