El artista gallego, afincado en Madrid, pintó algunas de sus obras en el entorno urbano del centro
26 may 2008 . Actualizado a las 13:38 h.O la gente entra a los museos o el arte sale a la calle. La Tate Modern de Londres se ha tirado a la calle con la exposición Street Art, una muestra inaugurada ayer en la que participa el artista vigués Nano 4814.
La exposición cambia la cara de lo que hace años fue un edificio industrial y ahora es uno de los centros de arte contemporáneo más inquietos del mundo. La fachada de la Tate, la que mira al Támesis, está desde ayer pintada casi en su totalidad por la obra de seis artistas, entre ellos un barcelonés, Sixeart, que han cambiado por completo la cara seria de la arquitectura de este museo.
La segunda parte de la exposición lleva por título Walking Tour y aprovecha dos circunstancias: la primera, el entorno urbano del museo, y la segunda, una generación de grafiteros afincados en Madrid que, según el comisario de la muestra, Cedar Lewinsohn, se encuentra entre las mejores del mundo. Entre los cinco artistas seleccionados para mimetizarse con los grafitis populares de Londres está Nano 4814. Nacido en Vigo, formado en la facultad pontevedresa de Bellas Artes, lleva unos años afincado en Madrid. Sus compañeros de muestra son 3TTman, Spok y El Tono and Nuria.
Según el comisario de la muestra, la intención para esta segunda visión del grafiti alrededor del centro de arte es la mostrar cómo trabajan los artistas en el entorno natural en el que se desenvuelve la pintura urbana.
En total, dentro del Walking Tour se integran quince piezas situadas a una distancia de no más de un kilómetro de la Tate aprovechando espacios urbanos habituales para los grafiteros. Para Lewinsohn, en estas piezas es decisivo el emplazamiento para marcar el carácter de las obras.
Nano 4814 comenzó a trabajar en los noventa en las calles siguiendo un tipo de grafiti tradicional, con un marcado carácter iconográfico y con influencias tan amplias como el cómic. En algún tiempo se pudieron ver obras suyas en la viguesa calle Isabel II.