¿Cuándo va a volver a abrir el Delicias?

VIVIR A CORUÑA

Pepe Becerra en el Delicias, que permanece cerrado
Pepe Becerra en el Delicias, que permanece cerrado ANGEL MANSO

Al histórico local de Cuatro Caminos se le complica la vuelta al ruedo. El propietario del bar asegura que ha entregado los papeles que le permiten operar como cafetería, pero fuentes conocedoras del expediente indican que no se ha presentado la documentación exigida

09 abr 2024 . Actualizado a las 09:11 h.

Pepe Becerra intentó comprar La Barra de Riego de Agua y el café Capitol. Pero finalmente se quedó con el Delicias, «que tiene la esquina más bonita de la ciudad». Este histórico local de A Coruña le ha llevado por el camino de la amargura, no lo oculta, pero reconoce que es feliz «charlando con todo el mundo, con gente de todo tipo, la que frecuenta este bar». Habla en presente porque tiene la esperanza de que el Delicias recupere el pulso del día y la noche, aunque siga cerrado a cal y canto a la espera de que el Ayuntamiento, indica, le permita abrir con licencia de café-bar.

Fuentes conocedoras del expediente revelan que la documentación entregada no se corresponde con la que debe tener en vigor cualquier negocio que quiera funcionar como café-bar, y que hasta que se regule la situación el Delicias continuará cerrado. Becerra insiste en que no tiene que corregir nada, y se mantiene a la espera de que el Ayuntamiento le permita abrir de nuevo. Entretanto, este hostelero asegura que está «asfixiado» económicamente. «Me estoy quedando sin dinero porque con el local anexo [el otro Delicias] estoy alimentando los dos, y los camareros no saben cuándo van a volver a trabajar». 

Becerra ha asumido que de volver a subir la verja el Delicias, tendrá que hacerlo como cualquier otra cafetería, operando hasta las 02.30 horas. Aún así, no entiende que haya sido el ruido uno de los motivos que, explica, llevó a al cierre de su local. «Tengo cuatro pisos encima del Delicias vacío, y el edificio de al lado está abandonado y en venta; además ahí esta mi otro local, que está insonorizado», explica. 

El hostelero reconoce que cuando un bar abre 24 horas «la inseguridad ciudadana aumenta». «No hay que ser tonto, pero yo soy el primero que pone la cara cuando viene mala gente. Es cierto que si me montas un pollo y eres un vándalo prefiero pagarte la copa a pelearme contigo, pero las autoridades competentes tienen que hacer su trabajo para que en la zona deje de haber cacos». 

Con más de sesenta años a sus espaldas, Becerra confía en que el Delicias vuelva a abrir y el local tenga una vida próspera y larga. «Tengo una hija y me gustaría que se lo quedara, pero creo que cuando me muera el local lo hará conmigo, no creo que nadie quiera aguantar esto», dice, antes de pedir la solidaridad de los vecinos para que el Delicias pueda seguir en pie.