Rescatan los documentos de la extinta botica del monasterio

SOBRADO

Más de 8.000 personas se alojaron gratis en el cenobio en 1773, destaca el trabajo de Miguel Álvarez Soaje en «Cuadernos de Estudios Gallegos»

12 abr 2015 . Actualizado a las 19:01 h.

a atención espiritual llevaba aparejada la sanitaria y para ello el monasterio de Sobrado dos Monxes contaba con una botica en la que se prestaba este servicio, entre otros, a las «61 iglesias parroquiales» que dependían del mismo. Esto escribe el farmacéutico comunitario Miguel Álvarez Soaje en el trabajo que publica en el último número de la revista Cuadernos de Estudios Gallegos y que títula Botica del Monasterio de Santa María de Sobrado: del siglo XVII a la desamortización de Mendizábal. El autor aporta, a pesar de la escasez de datos sobre dicha botica, «numerosas referencias sobre aquel establecimiento que, desde el siglo XVII se mantuvo en funcionamiento hasta la desamortización de Mendizábal». Y dice: «A falta de restos materiales de la propia botica, las referencias documentales avalan la existencia de un establecimiento sanitario acorde con la importancia y el tamaño de este antiguo monasterio cisterciense». Considera que una comunidad numerosa como la de Sobrado, el tercer monasterio en importancia en Galicia, «debió contar siempre con una adecuada asistencia sanitaria, con servicio de médico y boticario». Los datos confirman esa importancia ya que entre los siglos XVII y XVIII, «51 prioratos y 61 iglesias parroquiales dependían directamente de esta abadía, que en 1773 ofreció acogida a más de 8.000 huéspedes de forma gratuita». Esta cifra cuadriplica la población actual del municipio. Además, «durante siglos las boticas de los monasterios situados a lo largo de las rutas jacobeas, (como lo fue Sobrado, situado en el denominado Camino del Norte), ofrecieron ayuda, alojamiento y alimento a los peregrinos que se dirigían a Compostela». Detalla que la botica «se hallaba situada en el claustro de la hospedería, junto a la sala de caballerizas, ocupando, al menos, dos salas que podrían corresponderse con las situadas actualmente a la derecha de la fachada del monasterio, una de ellas con techo abovedado y la otra liso, por haberse derrumbado». Álvarez Soaje cita, entro otros muchos autores, lo que escribió en 1999 Santiago Ordóñez, monje de Sobrado: «El local abovedado del comedor del albergue es ya de la antigua botica. También lo es la sala de frente a la portería». Daba asimismo referencias de la ubicación de la casa del boticario y del huerto de la botica, situado dentro del claustro de la hospedería. De todo ello solo quedan papeles.