El hotel de Sada ahora tiene «piscina»

maría ballesteros SADA / LA VOZ

SADA

El sótano del edificio comprado en septiembre por Abanca se encuentra completamente anegado

19 ene 2016 . Actualizado a las 17:13 h.

El hotel Sada Marina está a punto de perderlo todo: muebles, maquinaria, manteles, cuberterías y sábanas están siendo embalados, apilados y organizados por el personal de Desguace Eugenio Castro, la empresa que en las últimas semanas se ha hecho con los dos lotes de enseres y maquinaria que no llegaron a adjudicarse en septiembre, cuyo destino será la venta o la chatarra. Pero lo que el abandono y el deterioro han hecho ganar al enorme edificio del paseo marítimo de Sada ha sido la inmensa piscina en la que se ha convertido el sótano, que en su día albergó el aparcamiento del hotel y una discoteca.

Aparcamiento del hotel Sada Marina
Aparcamiento del hotel Sada Marina María Ballesteros

El mal estado del edificio, junto con la lluvia y las filtraciones del mar, han hecho que el nivel del agua que se acumula en el bajo haya subido en torno a un metro en poco más de un año y ahora se encuentra a pocos metros de la planta baja, según han podido constatar quienes han accedido al inmueble, cuyo acceso está controlado en la actualidad por un guardia de seguridad contratado por Abanca, que compró el derecho de superficie del edificio el pasado mes de septiembre.

La inundación del sótano es evidente ya desde la calle, donde las escaleras de acceso al antiguo aparcamiento del hotel presentan un par de metros de agua, además de numerosos restos de basura. Si en la parte baja el agua del mar corroe la estructura del hotel, en la parte alta es la lluvia, que entra libremente debido al grave deterioro de la cubierta, la que incrementa poco a poco la ruina del edificio, donde aspiraba a instalar una de sus sedes la universidad privada Fernando Pessoa de Oporto.

La deriva que el inmueble ha vivido en los últimos años, tras el cese de actividad en el 2013, ha incluido tres subastas en el juzgado de lo Mercantil y un intento por parte del gobierno local que encabezaba el PP por hacerse con el edificio, que no prosperó por la falta de apoyo de la corporación, en la que los populares estaban en minoría.

Tras la adjudicación en septiembre a Abanca, principal acreedor de Sada Marina, la administración concursal aceptó en diciembre la oferta presentada por Eugenio Castro por los dos lotes que quedaban pendientes y que incluyen todo el contenido del edificio.

La empresa prevé que el hotel quede totalmente vacío este mes y ya ha apalabrado la venta de la mayoría de los objetos a otra compañía.