Convicciones férreas y capaz opositor

X. G. A CORUÑA

SADA

04 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque se quite importancia, Benedicto Álvarez fue clave en la redacción del programa de la Marea, ya que ayudó a redactar y ajustar a la normativa vigente la multitud de ideas que presentaron los participantes en las asambleas para prepararlo. Una de las personas que conoció ese papel le describe como un «censor» en el sentido positivo que la palabra tenía en la antigua Roma, el magistrado encargado de velar por la legalidad y las costumbres.

Quienes le conocen en Melide y en Sada le describen como una persona «con una capacidad de trabajo fuera de lo común», «entregado a su trabajo» y «capaz de recitar las normas urbanísticas», uno de los aspectos en los que también ayuda a la Marea.

Quizá como consecuencia de esas virtudes, y aunque quienes le conocen también le describen como «afable», afirman que «nunca se amilana en los equipos a la hora de defender lo que piensa que es justo», lo que quizá explique sus cambios de militancia durante los últimos años.

Un ejemplo de su determinación fue su decisión de pleitear solo contra la consolidación de 61 plazas en el Ayuntamiento de Sada. Él y el BNG sostenían que el concurso realizado por Rodríguez Ares en el 2006 fue irregular, pero cuando hubo que denunciar solo él dio el paso adelante.

Uno de sus excompañeros del Bloque le destaca como un «gran fichaxe» de la Marea y recuerda la oposición que hizo durante sus años de concejal nacionalista en Melide, su villa natal. Allí denunció una y otra vez supuestas irregularidades del gobierno de Miguel Pampín (PP), desgastando su hegemonía año tras año. En el 2003 se trasladó a Sada, pero su trabajo «allanó el camino» a Socorro Cea, que le sustituyo en el número 1 de la candidatura nacionalista en el 2003 y en el 2007 logró acceder a la alcaldía.