Farolas, postes, contenedores o maleza dificultan el acceso de los viandantes
17 ene 2016 . Actualizado a las 21:33 h.«En este tramo existen diferentes postes de tendido aéreo de su línea telefónica que, de mantenerse en la ubicación actual, dificultarían el tránsito de los peatones de las aceras e impedirían el paso de las personas con discapacidad». El párrafo corresponde a una carta remitida por el alcalde de Oza-Cesuras a Telefónica de España exigiendo la retirada de postes de luz en una acera recién acabada en Oza dos Ríos.
Pero no es un problema exclusivo de este municipio. La ciudad de A Coruña y su comarca están salpicadas de aceras que, lejos de ofrecerse como un lugar de paso, asoman interrumpidas para los viandantes. Y son los colectivos de minusválidos o los usuarios con sillas de bebé los que elevan esta incómoda anécdota a un verdadero problema de inseguridad viaria.
«A maior queixa que temos nas beirarrúas é a accesibilidade», explica el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Betanzos, donde se encuentra una de las aceras más estrechas en un núcleo urbano, como es en la calle de la Ribeira. Este problema se antoja de difícil solución. «Hai anos intentamos ampliar, pero Fomento non deu o seu permiso», explica el edil, quien ratifica que el mayor número de quejas procede de vecinos usuarios de sillas de ruedas.
En otras ocasiones el problema es la ausencia de aceras. En Cortiñán (Bergondo), los pedestres se juegan la vida cuando prolongan su camino bajo el puente del tren. Sus quejas colectivas han sido infructuosos.