El delfín que llegó sin vida

Dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

Hallan muerto en aguas de San Amaro un cetáceo de más de dos metros

02 feb 2011 . Actualizado a las 11:42 h.

Donde tradicionalmente se entierra la sardina el miércoles de ceniza, en aguas de la playa de San Amaro, llegó ayer por la mañana el cuerpo sin vida de un delfín común. «Lo vimos sobre las nueve y media de la mañana, estaba en la orilla e iba y venía con las olas, por lo que con unos compañeros del Club del Mar decidimos subirlo a la rampa», explicaba ayer un miembro de esta sociedad deportiva sobre la aparición del cetáceo.

Desde este club llamaron al Centro de Recuperación de Fauna de Oleiros y les indicaron que darían aviso. Además, una mujer también dio la voz de alarma al Cemma (Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños), que envió a uno de sus miembros para realizar las biometrías. José Romero, el encargado de tomar las muestras, aseguró que se trataba de un «delfín común, un macho de 2,04 metros de largo». Explicó que presentaba un buen estado, que solo tenía marcas atribuibles a darse contra las rocas. «No tenía marcas que hicieran sospechar ninguna captura accidental», comentó Romero, que informó al Ayuntamiento para que retirase el cuerpo.

Incluso el operario municipal que se ocupa del limpiar del arenal, se mantenía ayer por la mañana a la espera en las inmediaciones de la playa por si finalmente tenía que hacerse cargo del cuerpo.

El que tuviera sangre cerca de la cabeza hizo que más de uno de los transeúntes que se pararon a verlo hiciese sus cábalas sobre qué lo llevó a varar en San Amaro y atribuían la muerte del cetáceo a que «quizás quedó enganchado a algo», comentaba una pareja de jubilados, que siguió con especial atención los trabajos realizados por el miembro del Cemma.

«Deben de ser crías que se despistan, porque siempre van en grupo», comentaba otro de los que se acercó a ver el animal, que causó gran expectación ya que el cuerpo del delfín era visible desde el paseo marítimo, que es muy utilizado por los deportistas.

Este es el segundo espécimen similar que vara en la playa de San Amaro en menos de dos años. Los vecinos de Adormideras habían descubierto otro delfín varado en la misma zona en mayo del 2009. Como en esta ocasión, el animal había llegado a la playa sin vida y fue arrastrado por la fuerza de la marea hasta la costa.

«No tenía marcas que hicieran sospechar ninguna captura accidental»