Una reproducción de la Torre de Celas de cerámica de Sargadelos. Este es el obsequio que durante años entregó Julio Sacristán a los funcionarios que se fueron jubilando en el Ayuntamiento de Culleredo. Ayer la recibió él de manos del nuevo alcalde, José Ramón Rioboo. Fue en el transcurso de la comida-homenaje organizada por los trabajadores y colaboradores del concello. Julio y su mujer, María José, estuvieron arropados por 104 amigos, incluidos concejales de la oposición. Fue un almuerzo muy emotivo, que incluyó un vídeo con imágenes de los tres decenios de Sacristán al frente del municipio. De hecho el historiador Carlos Pereira desveló el fruto de una investigación que concluye que se trata del alcalde que más años ha estado en el cargo. A finales del siglo XIX parece que hubo uno que estuvo unos veinte años. Ricardo Dovigo, jefe de la Policía Local y funcionario en activo más antiguo, recordó que multó a Sacristán antes de que fuese alcalde y «aun así me promocionó», comentó. Mucho cariño, un ordenador portátil, productos ibéricos, buen vino y cantidad de abrazos se llevó ayer para casa Sacristán.