«Sería un mal alcalde si no debo cuando me lo prestan»

p. barro CARRAL / LA VOZ

CULLEREDO

Carral acaba de modificar las condiciones del crédito del Estado para ahorrar con ello algo más de 96.000 euros

15 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Carral es, junto con Miño, uno de los concellos con mayor deuda por habitante. Además, lejos de disminuir, su pasivo se ha incrementado considerablemente en los últimos años. José Luis Fernández Mouriño es el alcalde de esta localidad desde hace más de once años.

-¿De dónde salen esos 3,5 millones de euros que adeudan?

-Cuando entré de alcalde, en el 2003, teníamos más o menos la misma deuda. Los 3,5 millones corresponden a un crédito que firmamos con el ICO a siete años para el pago a proveedores. Es lo único que debemos ahora mismo. Otros ayuntamientos tienen otros créditos por ahí que no aparecen como deuda viva.

-¿Esta cantidad les sirvió entonces para abonar todas las facturas que tenían pendientes?

-Con esta línea quedó todo pagado. De momento no necesitamos más. Tenemos un plan de saneamiento que estamos cumpliendo. El servicio de Intervención no me pasa una. Todas las facturas que entran, ya sean de gasto corriente o de inversión, se fiscalizan. En ese sentido estoy muy tranquilo y los que vengan detrás verán que la deuda que hay es la que verdaderamente existe en el Concello.

-¿Ahora mismo están pagando al día las facturas a proveedores?

-Con el plan de saneamiento que tenemos y con las leyes vigentes, que nos obligan a pagar en un plazo máximo de 50 días, estamos cumpliendo. Cierto es que en ocasiones puntuales hay retrasos motivados por problemas de liquidez.

-Si tienen problemas de liquidez es porque necesitan más dinero.

-A mí si me prestan más, más solicito. Lo que sí está claro es que cuando se pide cualquier tipo de préstamo, se hace con un informe de viabilidad de los servicios de Intervención y Secretaría. No se trata de pedir cuatro millones de euros si no sabes cómo los vas a pagar. De momento sentidiño hay. Sería un mal alcalde si no debiera dinero cuando tienes posibilidades de que te lo presten, porque necesidades en cualquier ayuntamiento siempre hay.

-Carral no tendrá nunca deuda cero, entiendo.

-Ojalá no se debiese nada y no hubiese necesidades, pero mientras yo sea alcalde y me dejen mis compañeros de corporación, yo quiero que mis vecinos sientan que vivir en el ayuntamiento de Carral es igual que vivir en el de Culleredo o en el de Cambre.

-¿En qué medida compromete la falta de circulante su acción de gobierno?

-Un ayuntamiento es como una casa. Hay una cantidad de necesidades importantes; unas son más urgentes y básicas y otras que dependen de lo que te puedes permitir. Estas últimas son las que posibilitan que la calidad de vida de tus vecinos aumente.

-¿A qué tipo de actuaciones se refiere?

-Pues por ejemplo que el local social necesite un ordenador. No le puedes decir al vecino que por no tener dinero y no querer deber nada se va a quedar sin él hasta que al ayuntamiento le sobre el dinero. La calidad de vida y el servicio a los vecinos debe primar dentro de un límite y siempre que se pueda pagar.

-Entonces los vecinos pueden estar tranquilos

-Los vecinos ven que el dinero no se gastó de mala forma, que está invertido ahí. Ellos disfrutan de algo que, de otra manera, tendrían que esperar varios años para tener. Desde una pista sin baches a un punto de luz delante de una casa, un gimnasio o que las escuelas de los niños tengan unas instalaciones adecuadas, todo eso es lo que lleva consigo ese gasto.

-Acaban de aprobar una modificación en las condiciones del crédito del Estado, ¿en qué consisten?

-El crédito venía del Ministerio con unas condiciones ya cerradas, con un interés un poco alto y un plazo de ocho años para devolverlo. Lo que hicimos fue escoger de las tres opciones que nos daban la que mejor nos venía. De aquí a siete años ahorremos unos 90.000 euros porque bajan los intereses y, al mismo tiempo, ganamos dos años de carencia.