San Diego, la futura zona prémium de A Coruña en la que conjugar vivienda libre y protegida
A CORUÑA CIUDAD
Su superficie permitirá diversos tipos de pisos y aliviar los problemas de suelo de la ciudad
30 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El puzle que conforma el conjunto de la fachada marítima de la ciudad cuenta con una pieza estratégica por su ubicación y extensión: San Diego. Con cerca de 400.000 metros cuadrados de superficie incluyendo este muelle, el petrolero y la estación de mercancías, cuenta con el espacio suficiente para combinar diversos usos y convertirlo en el nuevo barrio de la ciudad tras 20 años de espera en los que los ciudadanos apenas han visto avances para recuperar el borde litoral.
Zonas verdes, espacios públicos, usos productivos vinculados a la actividad portuaria o comercios son algunas de las posibilidades que se plantean en los proyectos diseñados para esta zona, como el encargado por el Ayuntamiento a la Universidade da Coruña (UDC) en el pasado mandato.
A todos ellos se une el de la vivienda, descartada en otras zonas de la fachada, pero que todos coinciden en señalar como una de las soluciones imprescindibles en esta extensa superficie que se liberará.
Las viviendas que se podrán construir en San Diego responden a diversas tipologías y su reparto está todavía por definir. El planeamiento urbanístico actual recoge que serán edificaciones de bajo más cuatro alturas o, de manera excepcional, bajo más diez, hasta levantar 5.700 pisos. Mientras, la UDC propone limitar a bajo más tres en San Diego y una más en el petrolero.
¿Qué pisos se podrían construir aquí? El planeamiento actual no concreta la tipología, por lo que es necesaria su modificación y la redacción de un plan especial. Ahí se definirá cuántas viviendas libres y protegidas habrá, una combinación que desde el sector inmobiliario se ve necesaria.
«Nosotros, dado el problema tanto de venta como de alquiler que hay, que haya obra nueva creemos que es necesario, hacen falta más viviendas en el mercado. Es necesario que haya promoción privada y pública y, a poder ser, en alquiler, porque no hay», explica Emma Martínez, presidenta de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin).
Las libres son las que impulsan las firmas privadas con sus propias condiciones tras hacerse con el suelo, mientras que las protegidas se ciñen a unos parámetros técnicos y económicos. Dentro de las protegidas están las públicas y las privadas.
Las primeras son las que impulsan directamente las Administraciones, como el Ayuntamiento, la Xunta o el Estado. Algunos ejemplos de estos casos son los edificios del Gobierno gallego en Xuxán, uno ya construido y otros tres en tramitación. En este mismo barrio hay un proyecto para levantar un inmueble de medio centenar de pisos que pertenece al gobierno local, que también está creando viviendas para alquiler social en un bloque en Pontejos.
«Hay un problema muy gordo y, si las Administraciones no lo promueven, la situación es que no hay quien alquile a personas en situación de vulnerabilidad», añaden desde Agalin.
Precios limitados
Las viviendas de promoción privada, con protección autonómica, tienen precios limitados por ley. Dentro de estas últimas, están las de régimen especial, las de precio general y las de precio concertado, que se diferencian en el precio y en los ingresos familiares que se piden para poder acceder a su compra. Esta podría ser una solución para aliviar la situación de mercado tensionado en la que se encuentra la urbe.
«Va a ser un barrio nuevo al completo, con comercio, diversos usos dotacionales y se va a abrir una bolsa de suelo nada desdeñable para construir vivienda libre y de protección autonómica», detalla Sylvia Cabarcos, gerente de la inmobiliaria homónima. Mientras, Emma Martínez recuerda que «los planes de vivienda ya contemplan que, cuando se pide licencia para promoción privada, un porcentaje se reserve para promoción pública».
«Con la carencia de obra nueva que hay en la ciudad, todo el mundo lo recibirá muy bien. Hay que ver cuándo se va a llevar a cabo», apunta Cabarcos.
En el sector no dudan de la potencialidad de esta zona para el uso residencial, aunque muchos promotores se muestran cautos ante la falta de detalle sobre cómo será el desarrollo de la zona. «Desde la asociación de promotores ya dijimos a las Administraciones que estamos expectantes, en caso de que salga adelante es bueno que no se hagan grandes moles en las que solo puedan entrar grandes fondos de inversión, debe haber una distribución más racional», explica Ángel Jove.
Ángel Jove pone como ejemplo lo que se hizo en Bilbao, en la que parte de la integración de sus terrenos portuarios en la ciudad pasó por la creación de vivienda. «Es una oportunidad para que lo hagamos bien y le demos un giro a la ciudad que nos ponga en el mapa. Tenemos un espacio espectacular, muy bien ubicado, y debe haber consenso», indica. Además, apunta que el suelo residencial «es una forma de recuperar parte de la inversión del Puerto y de reducir su deuda».
Enclave privilegiado
«Va a ser una zona prémium de la ciudad, pero es necesario combinar las dos vertientes de vivienda libre y protegida. Por ubicación, por extensión, en Coruña ciudad no queda suelo, lo tenemos claro», asegura Emma Martínez.
La visión de Sylvia Cabarcos es similar a la de Agalin: «Es prémium, es la zona, vas a estar al lado del mar, de Cuatro Caminos, de la entrada y la salida de la ciudad, le veo muchas cosas positivas».
La delegada de la Xunta reclama «un acordo amplo» sobre el borde litoral
La delegada de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, mantuvo ayer su primer encuentro institucional tras su incorporación al cargo con el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado.
En la reunión abordaron los retos que afrontan ambas Administraciones de cara el futuro, entre los que destaca la definición de la futura fachada marítima de la ciudad. La representante del Gobierno autonómico resaltó que estamos ante un debate que necesita «un acordo amplo», sin precisar detalles.
La delegada se refirió también la importancia del puerto coruñés para la ciudad y para toda Galicia y a la necesidad de seguir potenciando esta infraestructura, alrededor de la que se desarrollan proyectos como Green Port, con el que la Autoridad Portuaria está realizando importantes acciones en campos como el de los combustibles verdes —hidrógeno o amoníaco— y la fabricación de componentes de eólica marina para su exportación.
Belén Do Campo y Martín Fernández Prado abordaron durante el encuentro otras cuestiones, como la importancia del sector pesquero y los retos de futuro que afronta como uno de los principales motores económicos de la ciudad.