La casa de la sinagoga de A Coruña estaba en uso antes de la expulsión de los judíos en 1492

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La datación de una espina de bacalao hallada en un pavimento apuntala la conexión del edificio con la comunidad hebrea y la pujanza coruñesa en la navegación atlántica medieval

06 abr 2024 . Actualizado a las 22:59 h.

Salto olímpico en la investigación sobre la casa de la Ciudad Vieja donde podría esconderse la sinagoga de la próspera comunidad hebrea medieval de A Coruña. La datación por carbono 14 de una espina de pez hallada en un pavimento del edificio, en el número 4 de la calle Sinagoga, apunta al siglo XV, antes de la expulsión de los judíos decretada por los Reyes Católicos en 1492. «Cun 80,9 % de probabilidades trátase dunha cronoloxía comprendida entre 1432 e 1520», anunció ayer la alcaldesa, Inés Rey, durante la visita que realizó acompañada de técnicos y concejales a la excavación que se lleva a cabo alrededor de la mikvé, el baño de purificación judío descubierto en el 2019 en un extremo del edificio.

La antigüedad del material refuerza la tesis de arqueólogos, historiadores y especialistas en patrimonio hebreo que adscriben la estructura a un espacio espiritual —«un dos catro existentes en España», subrayó la alcaldesa— y sostienen la decisión del gobierno local de adquirir el inmueble a la luz de su valor cultural e histórico. Inés Rey confirmó que «o obxectivo é que se poida visitar e darlle uso» al caserón, muy afectado por sucesivas modificaciones, pero que «con toda probabilidade —anotó— parece que era unha sinagoga».

El análisis por radiocarbono de la espina de pez desveló además una información inesperada y muy valiosa. «Un dos maiores expertos en ictiofauna, Carlos Fernández, identificou que o fragmento é de bacallau, que parece algo baladí, pero é importante porque estamos falando dun dos primeiros bacallaus constatados no noroeste da península ibérica», señaló el director de los sondeos arqueológicos, Francisco Alonso Toucido. La identificación de esta especie en esta época cobra trascendencia porque apuntala la pujanza de la ciudad en la entonces incipiente exploración de estas pesquerías en el mar del Norte, dominada por gallegos y vascos. «Isto posiciona á Coruña como un punto importantísimo na navegación atlántica, tanto a nivel comercial como a nivel de pesca, porque é neste momento cando se empezan a organizar grandes flotas ou grandes barcos capaces de ir tan lonxe», añadió el especialista, que vinculó el hallazgo al «consumo de peixe das comunidades xudías, que tamén é importante neste contexto», dijo. «Os pequenos fíos que imos tecendo van marcando un bo rumbo», celebró Alonso Toucido.

A la par del análisis de este material, los investigadores han iniciado un segundo procedimiento de datación absoluta, en este caso, de los morteros de los muros, para tratar de descifrar mediante la técnica de luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) «o momento orixinal de construción da mikvé», indicó el arqueólogo. «Temos a sorte de ter na Universidade da Coruña un laboratorio punteiro a nivel mundial que realiza datacións de morteiros (...). O que se mide é a última vez que lle dá a radiación aos cuarzos dos morteiros. Nós collemos mostras de toda a estrutura, onde puidemos, que agora se van procesar no laboratorio para ir vendo as diferentes fases construtivas».

La arquitecta municipal Ana Debén explicó el ritual que ordena la ley hebraica y las medidas —y su significado simbólico— de la estructura de purificación y la planta del edificio que la llevan a concluir su origen. «Puedo afirmar al 100 % que es una mikvé. He visto muchas. En España no hay otra como esta, perfecta, con la cubierta y el suelo sin alterar», dijo.

La investigación a partir de ahora, avanzó el arqueólogo municipal, Marco Antonio Rivas, tratará de dilucidar la fecha de construcción de la piscina y su relación con el resto del inmueble. «A idea é facer unha escavación en área de toda a superficie para identificar outros posibles restos e unha lectura dos paramentos que permita entender cal é a secuencia do edificio», dijo Rivas, que recordó que la casa que pudo haber sido la sinagoga medieval también fue siglos más tarde el granero de la colegiata.

Una biblia, tres lápidas y un templo perdido

De la afortunada posición de los miembros de la comunidad judía coruñesa habla un códice medieval lujosamente ilustrado, la Biblia Kennicott, considerada uno de los manuscritos hebreos más suntuosos que existen, copiado por el calígrafo Moses Ibn Zabarah e iluminado por Joseph Ibn Hayyim en la Ciudad Vieja en 1476, tal y como consta en el colofón de la obra. Guardada en la Universidad de Oxford, esta biblia es el gran legado de los sefardíes coruñeses, pero no el único.

El Museo Arqueológico Nacional custodia tres lápidas funerarias hebreas halladas en A Palloza en 1874, frente a la denominada isla de los Judíos, y al menos dos documentos hablan de la judería cerca de la «porta dos Sares», actual puerta de Aires, y de la «rúa da Sinoga», variante de la actual calle Sinagoga en la que podría emerger, cinco siglos después, el templo perdido.