Los vecinos de las Casas de Franco, en A Coruña, insisten en su rechazo a las obras de humanización en la zona

La Voz A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

Aseguran que llevarán sus protestas hasta María Pita y piden «transparencia» en el proyecto

01 abr 2024 . Actualizado a las 15:07 h.

Silbato en boca, pancarta en mano y coreando sin parar proclamas para mostrar su rechazo a las obras de humanización que el Ayuntamiento tiene previsto acometer en las Casas de Franco. Un centenar de vecinos volvieron a salir a la calle este lunes al mediodía y cortaron durante media hora el tráfico en ambos sentidos de la ronda de Outeiro, entre la calle Monasterio de Bergondo y la avenida de As Conchiñas, para denunciar que, a pesar de haberse reunido con representantes del gobierno local, no ven «modificación alguna» sobre el proyecto. 

Bajo lemas como «Aquí vivimos, nosotros decidimos», «Reforma sí, pero no así» o «No al muro», los manifestantes volvieron a protestar por la humanización prevista en la zona. El origen del malestar se debe a la previsión de instalar un parterre de 40 centímetros —la altura se redujo tras la reunión que mantuvieron representantes de Urbanismo con los vecinos— delante de las viviendas que van desde el número 257 al 261 de la ronda de Outeiro. «Teníamos accesibilidad universal y la reforma lo único que va hacer es ponernos barreras. Nos implantan escaleras y rampas para poder acceder al jardín. Nos dicen que lo que van a poner no es un muro, que es un parterre. Pero, ¿por qué ese empeño de ponerlo delante de nuestras casas», señaló una representante de los vecinos en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, que exigió también «transparencia» y tener en cuenta los problemas de accesibilidad que pueden tener las personas de mayor edad una vez finalizado el proyecto. «Van a mover los contenedores. Antes los tenían cerca, pero van a tener que ir hasta las calles laterales para tirar la basura cuando muchos tienen problemas de movilidad», asegura.  

Denuncian además que la plaza no quedará «con cota cero», de ahí que se tengan que instalar rampas y escalones, que no habrá acceso directo de taxis, ambulancias u otros servicios de emergencias a los portales y que se suprimirán plazas de aparcamiento. 

Las actuaciones cuentan con un presupuesto de 470.000 euros y supondrán la reurbanización de un entorno degradado en el que se introducirán nuevas zonas verdes y espacio público con nuevo firme. «Antes de realizar las obras deben reunirse con los vecinos, atender sus peticiones y llegar a un acuerdo. Y no nos aclaran las cosas. Les preguntamos por la altura del muro y solo hablan de medidas aproximadas», afirma la vecina, que advierte que llevarán hasta María Pita sus reivindicaciones con una nueva protesta que coincidirá con la celebración del próximo pleno municipal.

El PP mostró su apoyo a los vecinos porque «piden la lógica paralización hasta llegar a un acuerdo por los problemas de accesibilidad, aparcamiento e inseguridad que les generarán cuando acaben» e instan a la alcaldesa a reunirse con ellos hasta consensuar las obras.