Miguel Vázquez está al frente del nuevo local inaugurado en la calle de la Oliva, donde el chef, con experiencia en grandes restaurantes, propone dos menús con buen producto
03 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Soy un restaurante atípico en comparación con lo que hay por la zona», explica Miguel Vázquez. A golpe de 1 de septiembre abrió su primer establecimiento propio. La primera novedad hostelera del mes está en la calle de la Oliva, en el bajo que durante estos últimos años ocupó Eclectic, ahora en San Andrés. Miguel es de Melide, tiene 32 años, y lleva más de una década formándose y trabajando en establecimientos destacados. Pasó por A Estación de Cambre (qué pena pasar por allí y pensar en lo que fue), en el Akelarre de San Sebastián, con tres estrellas Michelin, y hasta probó suerte en Australia. «Me fui en febrero del 2020 a un restaurante italiano muy famoso pero llegó la pandemia y en agosto me llamaron de El de Alberto, que es donde estuve esta última temporada», precisa. En su primera aventura en solitario propone dos menús, uno de seis platos y 40 euros, y otro más largo, de 10 pases, a 55. Todo servido en una cerámica exclusiva para este coqueto local de solo 5 mesas y capacidad máxima de 20 personas. «Mi idea es que sea un espacio gastronómico basado en los productos del entorno. Trabajo con pescados del mercado de San Agustín, Galo Celta, Enflor o la panadería Sanjurjo. Se puede decir que es una cocina tradicional con toques de autor», resume sobre su atípica propuesta. Una novedad interesante y diferente para estrenar el nuevo mes. «Siempre quise hacer mis cosas. Enseñar lo que tengo dentro. Creo que llegó el momento», reflexiona este emprendedor. Nace Atípico en un momento económico bastante atípico, pero es lo que hay.