La jueza pospone la rebaja del bus que el Concello pretendía aplicar desde mañana

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El juzgado envió una providencia al consistorio tres horas después de la presentación de las tarifas

31 ene 2019 . Actualizado a las 08:45 h.

El concejal de Mobilidade, Daniel Díaz Grandío, compareció este miércoles para anunciar las nuevas tarifas del bus urbano que entraban en vigor desde el viernes, con descuentos para los usuarios. Sin embargo, tres horas después desde la misma concejalía enviaban un comunicado anunciando que se posponía la aplicación de las bajadas de precio por decisión judicial.

Es la tercera vez que se pospone la medida anunciada por el alcalde, Xulio Ferreiro, el año pasado. El gobierno local dijo entonces que el bus bajaría en otoño, pero después aplazó los cambios hasta enero. La última fecha dada fue el 1 de febrero y tanto el martes como el miércoles María Pita confirmó que no habría más demoras.

Sin embargo, la rebaja tendrá que esperar porque así lo ordena el Juzgado de lo Contencioso número 4, que se enteró «por la prensa», dice la providencia, de los planes municipales. La Compañía de Tranvías presentó allí un recurso contra la bajada de precio por parte del Ayuntamiento y pidió medidas cautelares -que se mantuvieran las actuales tarifas- mientras no hubiera una resolución.

Inminente

Tranvías denunció la bajada del precio y pidió como medida cautelar que se mantuviera el actual mientras no hubiera resolución. Grandío dijo por la mañana que no esperarían al juzgado para aplicar su plan, es decir, que no esperarían a conocer la decisión sobre las cautelares. Finalmente no ha sido así porque la jueza, enterada por los medios de la intención municipal, ordenó esperar a que resuelva sobre esas cautelares. «O Concello non pode senón seguir as indicacións que chegan desde o xulgado», indicó por la tarde Díaz Grandío, quien en todo caso dice que la jueza no se pronunció todavía sobre la legalidad o no de la decisión tomada por la junta de gobierno local.

«O xuíz só se pode pronunciar sobre a petición de medidas cautelares que fixo a empresa», decía tres horas antes Grandío anunciando que de las rebajas avanzadas por el consistorio «os principais beneficiarios son os usuarios que desde o día 1 deixarán de pagar esas cantidades de máis». Por el momento los precios seguirán igual.

Unilateral

El asunto acabó en los juzgados después de que el gobierno local decidió la bajada de precio sin pactarla con Tranvías y al margen del contrato que rige el servicio en la ciudad. La relación con la empresa está también judicializada en otros ámbitos. Así, hace dos años María Pita declaró caducada su concesión en base a una normativa europea. El asunto llegó también a los tribunales y la propia Unión Europea considera a través de sus servicios de abogacía que tiene razón la empresa y que la concesión no termina hasta el 2024, si bien todavía no hay una fallo al respecto. El gobierno local quiere aplicar las rebajas antes de las elecciones municipales, consciente de que los juzgados pueden acabar dando la razón a la empresa. «Se o xuíz decide dentro dun tempo que o Concello teña que aboar a diferenza destas cantidades o Concello o asumirá», dijo Grandío repitiendo lo que ya había apuntado Ferreiro en alusión a que las facturas se podrán abonar si así lo dicta una sentencia.

La empresa, por su parte, lleva desde el 2014 sin subir las tarifas del bus aunque el contrato en vigor le permitiría hacerlo. En el actual clima de enfrentamiento judicial Tranvías ya puso en marcha el mecanismo para solicitar esa subida, llevando el billete de 1,30 a 1,39 euros. La Marea quiere una rebaja del bus sin coste para el consistorio, recortando los beneficios de la firma. Para fijar las nuevas tarifas María Pita se basó en un informe de la CNMC y en un documento encargado a una empresa sobre lo que se considera «beneficio razonable» de un servicio público prestado por una empresa.

Cuando se apliquen los descuentos, si el juez finalmente así lo permite, el billete ordinario pasará a costar 1,20 euros, el de la tarjeta Millenium 0,75 euros y el social, 0,23. Los menores de 13 años viajarán gratis -para lo que tienen que modificar su tarjeta, si la tienen, en registro o en los cajeros de Abanca, o sacar una nueva en la estación de autobuses de 16.00 a 19.00 horas- y se podrá cambiar de bus para transbordos o para volver en el mismo si transcurren menos de 45 minutos entre los dos viajes.

Fuera de plazo

El gobierno local sí habría podido aplicar mañana la rebaja, pero no cumplió sus propios plazos, quedando a expensas por ello de la decisión judicial. María Pita tenía 30 días para responder al recurso presentado por Tranvías primero ante el consistorio. El Ayuntamiento no respondió en ese período y la empresa fue al Contencioso. Legalmente, si no hay respuesta de la administración, hay que esperar a que se pronuncie el tribunal sobre las medidas.