El paso a los raíles está abierto desde la carretera de Oza y hasta existe una senda peatonal desde el paseo marítimo
04 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sobre las ocho de la tarde del viernes una joven falleció en las inmediaciones de las vías del tren a la altura de la iglesia de Oza, a escasos metros de la estación de San Diego. Un siniestro que investiga la Policía Científica y Judicial para conocer si el convoy golpeó de lleno a la víctima o la derribo por la inercia y se golpeó mortalmente al caer.
Pero este no es el primer siniestro que se produce en estas instalaciones ferroviarias. No hace mucho tiempo que un hombre de avanzada edad resultó decapitado tras el paso de un tren de mercancías a escasos metros de donde se produjo el último accidente.
Las alarmas volvieron a saltar en la zona de Os Castros. «Van a ocurrir más accidentes si Renfe o a quién le corresponda no toma medidas», señaló ayer Juan Santamaría, un vecino de las inmediaciones de las instalaciones deportivas San Diego. Asegura, junto con otros residentes en la zona, «que cualquiera puede llegar fácilmente a las vías».
Recorrimos el área y sí, los vecinos tienen razón. No existen más impedimentos que sortear el difícil terreno para llegar a los raíles por donde circulan diariamente los trenes. De hecho, existe un camino «ben feito pola cantidade de xente que pasa por aquí» desde el paseo marítimo, justo después de la pasarela peatonal que permite la bajada hacia las instalaciones de la dársena de Oza. «A xente non quere cruzar a ponte porque lle queda máis lonxe para ir a praia e ven por aquí», indicó Domingo, que el sábado cruzaba por el citado sendero. De hecho, este camino también permite cruzar la carretera del viaducto del puerto: «Saltamos o quitamedos e xa estamos no outro lado», subrayó, a pesar de que por la vía pasan diariamente centenares de vehículos, sobre todo camiones.
Vía libre
Pero el fácil acceso a las vías del tren no solamente se encuentra en la zona del paseo marítimo del barrio de Os Castros. También se puede atravesar los raíles por la carretera de Oza, «por onde saen e entran os trens do porto», subrayó Raúl González, un trabajador portuario.
«Vivo no miradoiro dos Castros, e atraveso diariamente as vías para chegar ao meu posto de traballo», contó este hombre. Y es muy fácil coger este atajo porque solamente tienes que descender un pequeño terraplén y ya estas en las vías, las cruzas y te encuentras de frente con el muro de las instalaciones portuarias.
Estas facilidades que permiten llegar y cruzar las vías del tren «xa fai moito tempo que foron postas en coñecemento dos responsables», contó Paulo Sexto, el presidente de la asociación vecinal de Os Castros. Pero asegura que «ninguén nos fixo caso. Só tapiaron as portas que daban acceso aos varadoiros, pero mira a desgraza do venres», señala.
Pero el problema continúa «y van a producirse más accidentes, sino al tiempo», contó Julia Pérez, una vecina. Y los vecinos no solicitan, ruegan que se pongan vallas que impidan la fácil llegada a las vías.