El decano de los cines coruñeses cierra tras 57 años de proyecciones

El cine más barato -de los dedicados a las proyecciones comerciales que permanecen abiertos en la ciudad-, el más antiguo en funcionamiento y, con pequeños matices, el más céntrico, bajará definitivamente las persianas el próximo 4 de mayo. «La decisión es irrevocable. La dirección de la empresa nos comunicó que la clausura sería el 27 de abril o el 4 de mayo y, finalmente, nos notificaron hace pocos días que sería dentro de dos semanas», informa Ana, una de las seis trabajadoras que se irá a la calle con el cierre de los multicines. Para ella, la sensación tampoco será nueva. Aunque ha ido entrando y saliendo de la empresa responsable de estas salas, Cines Galicia S.?L., a Ana le ha tocado el duro papel de cerrar los cuatro establecimientos que la firma tenía en la ciudad. «Primero fue el Avenida, más tarde el Riazor y en agosto el Chaplin. Ahora le toca a éste y, la verdad, claro que te da mucha pena», relata. Al resto de la plantilla la noticia no le sonó a nueva. Algunos de los afectados ya habían sido recolocados procedentes de otras salas de la empresa. «Las razones serán cuestión de la empresa. Nosotros no sabemos si se llevaban mal los socios o si se plantean poner otro negocio aquí. Es cierto que la asistencia de público había bajado de forma ostensible, pero de las cuentas no sabemos nada», indicaba otro trabajador. En la puerta, a las cinco de la tarde, poco antes del inicio de la primera sesión del día en la que, entre otros títulos, se podía ver el cartel de una alegórica Otros tiempos , no había ni un sólo espectador. La cartelera refleja una extraña combinación. Convive el cruzado de piernas de Sharon Stone y su Instinto Básico 2 y la asiática Tsotsi , por poner un ejemplo. «No, si el problema a lo mejor no es la composición de la cartelera. Se trata más de la comodidad y de la posibilidad de combinar otras alternativas de ocio», comenta un peatón que mira los horarios de proyección de películas. «Los clientes a veces se quejaban de que no se mejoraba nada la sala de proyecciones. Y quizá nos hemos quedado al margen de los cambios experimentados en los últimos tiempos en las salas de la ciudad. Podría decirse que esto se veía venir, pero,...», se encoge de hombros con cierta tristeza Ana en el vestíbulo de los Equitativa.

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