Llegó a su casa con los ladrones dentro

Toni silva COIRÓS / LA VOZ

COIRÓS

César Delgado

Alarma en Coirós tras el episodio de una vecina que descubrió que no estaba sola al entrar en su vivienda

31 mar 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Esa silla de la fotografía lleva días ahí, sobre el fregadero, bloqueando la ventana. Y no es por capricho, sino por necesidad hasta que se instalen rejas en el exterior. Porque por esa cavidad se colaron dos «o tres» personas hace unos días con el ánimo de robar, si bien la casualidad quiso que Pilar Alarza, propietaria de la vivienda, llegara justo cuando los ladrones acababan de entrar.

El balance del robo fue cero, nada se llevaron de esa casa (ubicada en el lugar de A Casela, cerca del Concello de Coirós), o al menos nada echan en falta después del susto. «Las tabletas seguían sobre la mesa, y todo lo de valor que hemos repasado sigue en su sitio», explica Pili, quien inmediatamente, al ver la ventana forzada, así como abierta una puerta interior «que siempre está cerrada», salió del inmueble para llamar a la Guardia Civil de Betanzos. La falta de agentes motivó que fuera una patrulla del cuartel de Sada la que se personara en el lugar, donde tomaron fotografías, entre ellas de una puerta exterior rota. «La falta de luz hizo que no vieran el pestillo y levantaran la madera», elucubra la dueña de la casa, quien el día del incidente solo pasaba con la intención de recoger unas cosas antes de irse al cine. Al final pasó allí su propia película de terror, en una noche muy larga, presenciando el proceso de investigación y repasando que todos sus bienes de valor estuvieran donde debían. Por suerte, aquel angustioso episodio lo fue un poco menos porque sus dos hijos no se encontraban en la casa con ella en ese momento.

Al amanecer el día siguiente descubrió más pistas sobre el proceder de los ladrones, vestigios que aún eran visibles ayer. «La hierba -señala-, ¿ves? Esa zona está tumbada con formas humanas, estuvieron ahí antes de escapar por el otro lado de la finca». El Concello acaba de instalar una farola de alumbrado público en esta parcela. Y de nuevo, el alcalde, Francisco Quintela, ha vuelto a reclamar más presencia policial en el rural.

Al tiempo que Pilar gestiona la contratación de alarmas, reparaciones de puertas y las ya mencionadas rejas, intenta también sacudirse la peor parte de este suceso, algo intangible pero que lo ha cambiado todo desde entonces. «Es el miedo que te queda, la inseguridad en tu propia casa, la impotencia...»