Setas al calor de octubre

ARTEIXO

Las altas temperaturas del otoño dificultan la proliferación de hongos en los bosques. Aun así, los expertos opinan que a finales de mes se producirá un gran rebrote

25 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Aunque parezca una obviedad, el conocimiento de los distintos tipos de setas es imprescindible para atreverse a salir al campo. Es la ley de oro que evitará que el apasionante mundo de la micología juegue malas pasadas a los cientos de aficionados que recorren estos días los montes de las comarcas en busca del preciado manjar. Con ese empeño y el de conseguir reunir diversos ejemplares para el curso de micología que organiza el Concello de Arteixo, tres apasionados expertos -Óscar Miranda, Xabier Varela y Manuel López- recorrieron esta semana los bosques de Sisalde y Santa Leocadia.

La tardía llegada del otoño afecta a la proliferación de especies micológicas. Es lo primero que observan los técnicos de Medio Ambiente del Concello. «Non hai moitas; o pasado ano cando viñemos estaba o bosque cheo de setas», explica Óscar Miranda. Aun así, los exploradores encuentran diversos ejemplares a su paso. Mientras los recogen, explican que no se deben arrancar de raíz, porque eso afectaría al micelio, el talo de los hongos, que permite la floración de ejemplares. De todas formas, el Grupo Micológico Gallego espera que se produzca un gran rebrote de especies a finales de octubre o principios del mes próximo, siempre que la lluvia continúe y desciendan las temperaturas en la comarca de forma acusada.

Durante el trayecto, el hallazgo de un grupo de Boletus edulis logró animar a los técnicos. Se trata de una de las especies más apreciadas por su gran valor culinario. Tanto es así que pueden llegar a costar 30 euros el kilo. En cambio, la Lactarius deliciosus, también conocida como níscalo, dilató su aparición. Los dos únicos ejemplares que se encontraron tardaron en aparecer algo más de una hora. Una de las principales características de esta especie es su intenso color naranja. Aunque, en ocasiones, este distintivo puede confundir al aficionado. La lluvia o la climatología provocan que el color aparezca de forma menos intensa o se presente de forma casi inapreciable.

Bajo un prado de jóvenes castaños, los expertos encontraron una de las especies más atractivas. «Es la seta de los pitufos», aseguró Xabier Varela. Ahí estaba, con su sombrero rojo y su pie blanco, la Amanita muscarita, bella en apariencia y tóxica y alucinógena si se consume.

En cambio, la Hydnum repandum, también apreciada por su delicioso sabor, no dejó verse por los bosques de Arteixo. Ni tampoco la Cantharellus cibarius, un auténtico manjar para los apasionados al mundo micológico.

Es, precisamente, en la dificultad de distinguir unas especies de otras donde radica el verdadero atractivo del mundo micológico: «Resulta moi sinxelo confundilas, por iso é moi importante saír ao campo acompañado de algún experto», explica Miranda. También recomienda seleccionar la captura. Centrarse en pocas especies, que sean fácilmente distinguibles, para no arriesgarse con dudosos ejemplares.

En ese sentido, el técnico de Medio Ambiente recuerda que en los bosques gallegos se pueden encontrar especies mortales. Una de ellas es la Amanita phalloides, que «desfai o fígado e o riñón da persoa que a consume. Un anaco é suficiente para matar a catro ou cinco individuos», explica Miranda.