Taller de Amanda, la calle Troncoso se llena de regalos para el Día de la Madre

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

Muy cerquita de la plaza de María Pita espera esta tienda llena de piezas únicas, artesanía, delicatesen y cestas personalizadas que preparan con mucho amor Tatiana y Amanda, madre e hija

29 abr 2022 . Actualizado a las 21:09 h.

Con mascarilla o, ahora, sin ella, los ojos de Tatiana Riego y Amanda de Diego brillan a metros de distancia. Son unos ojos llenos de ilusión, la misma que le ponen a todo el trabajo que realizan. Madre e hija se lanzaron a la aventura de aprender juntas con el Taller de Amanda, una tienda especializada en cestas de regalos y productos artesanos que primero arrancó en la Ciudad Vieja, en el antiguo pub La Fundación, y que hace unos meses se trasladó al número 17 de la calle Capitán Troncoso, al lado de la plaza de María Pita. «Hemos bajado las escaleras», cuenta Tatiana. «Estamos encantadas en la calle Troncoso, es maravillosa, súper amplia, tiene mogollón de vida y estamos intentando hacer algún evento para seguir dándole más vida y que la gente se acerque hasta aquí», apunta su hija Amanda.

Las dos hacen un tándem perfecto y son pura energía. Nunca dicen que no a nada y están dispuestas a trabajar las horas que haga falta para que todo el mundo se lleve lo que busca. En su bonita tienda, decorada con flores en el exterior, y llena de detalles dentro, tienen desde bolsos, cerámica o joyas que realizan a mano, una a una, en el taller, hasta velas, vajillas antiguas, productos delicatesen o cualquier complemento bonito que pueda servir para regalar. Una de sus especialidades son las cestas personalizadas: «En la web tenemos algunas ya hechas, pero podemos hacerlas desde cero con lo que quiera cada persona». Las posibilidades son casi infinitas y todas las cestas «las hacemos con mucho mimo e ilusión».

Para el Día de la Madre dan algunas ideas. «Tenemos unos bolsos que hacemos a mano y que son un sueño, está mal que yo lo diga, pero son nuestros bebés. Cada uno de ellos están hechos de manera única, todo hecho a mano, solo usamos la máquina de coser para algunas cosas, y el resto lo hacemos con nuestras bellas manos arañadas», cuenta con una sonrisa Amanda. «Los diseñamos pensando en cosas que son cómodas y que nos sintamos súper monas. Tenemos que apostar por cosas que estén hechas con cariño e individualmente», explica Tatiana.

En su filosofía está la búsqueda de productos de cercanía. «Usamos elementos vintage, como pueden ser tazas antiguas, y hacemos nuestras propias velas y las ponemos dentro de esas tazas antiguas o que han quedado sueltas. También tenemos piezas de cerámica, que hacemos nosotras con barro blanco, como pequeñas portavelas. Al final tratamos de traer cosas que nos gustaría que nos regalasen a nosotras». En su taller también organizan actividades y eventos, desde un taller de cerámica a uno de ilustración de paraguas. «Muchos los hacemos fuera, en la calle, debajo del toldo».