De la guerra en Mali a la burocracia en A Coruña: «Hemos dejado a nuestras familias porque teníamos miedo por nuestras vidas»

M. Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Siete inmigrantes que huyeron del Estado Islámico y los mercenarios de Wagner esperan desde hace seis meses una cita con la Oficina de Asilo y Refugio de Galicia

17 jun 2024 . Actualizado a las 16:18 h.

Llegaron a la costa de Tenerife a bordo de una patera el 23 de noviembre del 2023. Huían de la guerra, «la más grave de África», el conflicto que desde el 2012 arrasa su país, Mali, con ataques en todo el territorio por parte de yihadistas del Estado Islámico y mercenarios de Wagner. «No podemos viajar en bus porque los atacan. Queman los sembrados y las cosechas. Roban nuestro ganado por la fuerza. Secuestran a hombres jóvenes para obligarlos a combatir en sus grupos terroristas. Hemos dejado a nuestras familias porque teníamos miedo por nuestras vidas», explicaron este lunes, a través de un intérprete, Seidy Diabi, siete hombres solicitantes de asilo delante de la comisaría de A Coruña

En el tiempo que llevan en España, Dinguere Dansoko, Fode Diakité, Demba Sissoko, Demba Dembelé, Bonko Dembelé, Fily Sissoko y Fousseni Samoura no han conseguido que los reciban en la Oficina de Asilo y Refugio. «En nuestra llegada a Tenerife dijimos que queríamos pedir protección internacional pero todavía no hemos tenido ni siquiera la primera cita», denunciaron los inmigrantes, a sabiendas de que «compañeros que vinieron en la embarcación con nosotros ya tienen protección» y han podido empezar a trabajar.

Dinguere Dansoko, Fode Diakité, Demba Sissoko, Demba Dembelé, Bonko Dembelé, Fily Sissoko, Fousseni Samoura y Seidi Diabi, este lunes delante de la comisaría de A Coruña
Dinguere Dansoko, Fode Diakité, Demba Sissoko, Demba Dembelé, Bonko Dembelé, Fily Sissoko, Fousseni Samoura y Seidi Diabi, este lunes delante de la comisaría de A Coruña ANGEL MANSO

«No conseguimos dormir bien, no tenemos apetito», compartieron acompañados por personal de la oenegé Accem, que los asiste desde su desembarco, cubre sus necesidades básicas y les da apoyo jurídico y algunos recursos para salir adelante, como clases de español y las contadas actividades de ocio que les permite su situación legal. En enero, a su llegada a Galicia después de pasar por varios centros de acogida, el grupo, en el que se encuentran varios ganaderos y un estudiante de Medicina, solicitó por correo electrónico una primera cita para formalizar la «manifestación de voluntad» que les exige la Administración antes de presentar la petición de asilo. El tiempo estimado entre una y otra entrevista ronda los seis meses. Y después aún tienen que pasar otros seis meses a partir de la solicitud de protección para que los refugiados puedan considerar regularizado su estatus y firmar un contrato de trabajo.

«Solicitamos a la Delegación del Gobierno en Galicia que tenga en cuenta nuestra situación y acelere los trámites para la obtención de la protección subsidiaria a la que tenemos derecho», reclaman los refugiados, que ante la falta de respuesta oficial, el pasado 13 de mayo decidieron enviar un correo y presentar un escrito en el Registro de la Oficina de Asilo de A Coruña exponiendo su caso.

Pasado un mes, el 14 de junio, y como quiera que la comunicación seguía bloqueada, decidieron llamar a los medios de información para hacer público su problema. Una hora después de convocar la rueda de prensa, un representante de la Oficina de Asilo los llamó para concertar la primera cita para este lunes por la tarde.