Francesca Aspromonte y Domenico Codispoti se centraron en Schumann, con un programa de gran coherencia interna
16 nov 2023 . Actualizado a las 15:07 h.F. Aspromonte, soprano. D. Codispoti, piano. Obras de Schumann. Programación Lírica de A Coruña. Teatro Rosalía, 14 de noviembre.
Desde la desaparición del Festival Mozart no hay en A Coruña alternativa que ofrezca lied con regularidad; por tanto, incluir este repertorio en la programación de Amigos de la Ópera fue un acierto. Así y todo, fue imperdonable no proporcionar las traducciones de los textos en un género donde poesía y música van de la mano.
Francesca Aspromonte y Domenico Codispoti se centraron en Schumann, con un programa de gran coherencia interna. Arrancar con Amor y vida de mujer es una prueba de fuego y Aspromonte mostró sus cartas. Lírico-ligera de timbre claro, con centro redondo de color personal (siempre al servicio del mensaje) y, sobre todo, fraseo franco, delicado y minucioso que le permite transitar con comodidad distintos estados de ánimo. Se luce en los remansos más líricos; pero sorprende la seguridad para adaptarse al repertorio desde la naturaleza de su voz, negociando con inteligencia incluso alguna tirantez puntual en los extremos. Domenico Codispoti sirvió el piano con mimo y atención al detalle. Lució su faceta concertística en las Escenas infantiles: las alejó de su aparente banalidad para interpretarlas con fraseo cuidado y variado. Como se debe.
En los Lieder de Mignon, Aspromonte sumó un inteligente uso de los reguladores en lo expresivo, apoyada en centro consistente y fraseo siempre incisivo. Lo mejor llegó al enlazar Mignon, del Álbum de juventud (prodigio de delicadeza bien interpretado por Codispoti) con el réquiem, de 6 Gedichte und Requiem: pura emoción para cerrar el programa. La soprano mostró su cara barroca regalando Ojos pues me desdeñáis, de José Marín (extraña elección tras un programa tan meditado) para cerrar la noche con Schumann: conmovedor Wehmut.
Ni el reiterado sonido de caramelos abriéndose empañó el éxito, gracias al buen hacer de dos intérpretes capaces y sensibles. A Coruña demanda un ciclo de lied como es debido: alguien debe tomar la iniciativa.