Unos 150 vecinos claman contra el edificio okupado de la ronda de Nelle, en A Coruña

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

César Quian

Piden a las Administraciones medidas para acabar con un punto conflictivo en el que este lunes fueron detenidas tres personas por una supuesta agresión sexual

06 sep 2023 . Actualizado a las 23:09 h.

Bajo el grito de «solución xa», unos 150 vecinos se concentraron este miércoles a las 20.00 horas delante de la ronda de Nelle de A Coruña, a la altura del número 120, para exigir una solución al calvario que dicen padecer desde hace una década.

Según explicaron en un comunicado leído por Valentín Curraño, de la asociación de vecinos Plaza del Comercio, sufren desde hace años «una ansiedad generalizada debido a una situación de la que no conocemos la manera de afrontarla ni de solucionarla y no contamos con un apoyo firme de las autoridades competentes». Por ello, han decidido salir a la calle, arropados por otras nueve entidades vecinales de la ciudad, como ya ocurrió recientemente en la protesta para exigir el fin de la okupación de la sede del antiguo Club Financiero.

«Llevábamos tiempo con la idea de hacer una manifestación y como el resto de asociaciones nos apoyaron decidimos unirnos todos y hacerla», señaló Antonio Caride, presidente de la entidad de la plaza del Comercio, que alude que el inmueble es un peligro para todos.«Un día va a haber una desgracia, han caído varias veces cristales a la calle», añade. La última vez fue el pasado 2 de agosto cuando tras ser alertados por las dependientas de una tienda próxima, varios agentes de la Policía Local acudieron a la vía para comprobar el estado de las ventanas. En mayo, los bomberos de A Coruña también tuvieron que desplazarse al inmueble para asegurar varios ventanales con riesgo a desprenderse, ya que en todas las viviendas faltan trozos de cristales.

Desde la asociación de vecinos apuntaron además que entre los que habitan en el conflictivo inmueble están «personas incívicas que, entre otras cosas, se dedican a la búsqueda y almacenamiento de chatarra en diferentes furgonetas abandonadas durante meses en el barrio, con los perjuicios derivados de esa práctica, como la proliferación de ratas». Asimismo, señalan que los que residen en el 120 «se pelean entre ellos, beben en la vía pública e incluso orinan en ella». Así, dicen sufrir desde hace años «gritos y peleas, en cualquier momento del día y la noche, que hacen la convivencia imposible, lo que está provocando incluso la marcha de vecinos de toda la vida». También sospechan que alguna mafia está detrás del inmueble «y está cobrando alquiler a otros».

Sobre el edificio no pesan denuncias de okupación, por ello, desde la entidad vecinal recalcan que «los propietarios son los primeros que deberían actuar, pero en caso de no tener intención creemos que el inmueble debe ser requerido por la Administración». Con ese objetivo, durante la protesta recogieron firmas para entregar al gobierno municipal. En su petición recogen también la solicitud de recuperar la policía de barrio, «que creemos ayudaba a disuadir y evitar muchos de los hurtos, robos y delitos que percibimos han crecido».

Tres detenidos por una presunta agresión sexual

El último suceso ocurrido en el conflictivo inmueble tuvo lugar este lunes cuando la Policía Nacional detuvo a tres personas por acometer una presunta una agresión sexual, según indican fuentes próximas a la investigación. Desde el cuerpo de seguridad señalan que la operación continúa abierta por lo que no pueden ofrecer detalles sobre la misma. Los arrestados quedaron en libertad con cargos a la espera del proceso judicial correspondiente.

Dentro de esas pesquisas estaría enmarcado el operativo desarrollado por los agentes el pasado 11 de agosto, cuando los vecinos se vieron sorprendidos por la presencia de varias patrullas de agentes nacionales que se llevaron a dos personas del conflictivo inmueble. Sobre la agresión sexual que se investiga se produjo a inicios de mes y se desconoce si ocurrió dentro de la construcción u en otro lugar y si los arrestados residen en ese edificio o simplemente lo frecuentan, ya que solo uno de ellos fue detenido en la construcción. 

Sin denuncia de okupación sobre el edificio

Desde el gobierno local recuerdan que el pasado mes de mayo el Ayuntamiento envió a una empresa de limpieza al espacio para devolverle las condiciones mínimas de salubridad. Así, durante dos jornadas los trabajadores de la compañía que realizó las labores recogieron más de diez toneladas de basura, que estaban acumuladas en el patio interior del edificio. .

Tras esa acción, los residentes en la zona continuaron reclamando el desalojo de una propiedad compuesta por nueve plantas y construida en 1970, en las que no hay acceso al agua, por lo que es frecuente ver a los habitantes portando garrafas que rellenan en la fuente del parque del Paseo de As Pontes.

De hecho, debido a las malas condiciones de vida desde el ejecutivo municipal notificaron a la Xunta que en el espacio habitan varios menores, por lo que técnicos de la Consellería de Política Social acudieron a las viviendas para supervisar el estado de los niños.Tras estudiar el caso, determinaron que se trataba de un problema de malas condiciones de la vivienda debido a «la pobreza extrema de la familia», pero no a una desatención por parte de los progenitores. Los menores están escolarizados, por lo que se optó por reforzar su atención con su visita a un centro de día por las tardes «para ofrecerles merienda y aseo, si así lo necesitan», apuntaron fuentes de la Xunta.

Sobre el desalojo, al no pesar ninguna denuncia de okupación y ser una propiedad privada, las autoridades no pueden acceder al edificio sin una orden judicial que lo requiera.