«Los administrativos van a desaparecer en nada por la inteligencia artificial»

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Escuela de Relaciones Laborales de A Coruña celebró una feria de empleo inspirada en la irrupción de los algoritmos en el mercado de trabajo

11 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En la tercera feria de empleo organizada ayer por la Escuela de Relaciones Laborales de A Coruña, Darío Amor y Iago Lado corrigieron currículos. La jornada se inspiró en la inteligencia artificial (IA), que ya sirve a las empresas para filtrar candidatos en una primera criba pero todavía no afina lo suficiente para elegir al trabajador ideal. Fueron estos dos estudiantes de máster quienes mejoraron las cartas de presentación de los que buscaban un puesto. «Un veterano puede ocupar dos carillas pero lo ideal es que no pase de una», explicó Amor. La fotografía, inexistente en otros países europeos, aquí es deseable y, salvo excepciones, en entornos creativos, debe ser formal. Aparece de todo. «Un chico metió una vestido con la camiseta del Rácing de Ferrol. No puede ser», censura Iago Lado.

El orden, una buena jerarquía en la información y encabezar el documento con una breve descripción de la personalidad también suman puntos para que el seleccionador no lo mande a la trituradora de papel. «Es que algunos tienen 1.000 currículos para mirar», advierte Lado. Altia, una de las 25 empresas que acudió a la feria y que puede llegar a ofrecer hasta 100 vacantes, destina a 14 personas a rastrear informáticos, apuntó una trabajadora.

Ahorrar tiempo al departamento de personal parece buena estrategia. «La gente piensa que cuanto más, mejor, y no. Hay que enfocarse solo a lo que interesa», aconseja Darío Amor. Y cuenta el dilema del celador administrativo, un joven que acudió con su currículo dividido entre la ocupación que lo hace feliz y la que le recomiendan en casa. «A él le encanta ser celador y lo animamos a centrarse en eso, en lo que lo motiva y lo hace disfrutar. Los padres querrán que mejore, pero los administrativos van a desaparecer en nada por la implantación de la inteligencia artificial y en cambio todos los puestos relacionados con la salud y los cuidados van a permanecer», cuenta Iago Lado.

En la inauguración de la feria la ingeniera informática Verónica Bolón les habló de los algoritmos sostenibles, una necesidad imperiosa que argumentó con un par de datos. Una sesión de entrenamiento de un modelo como ChatGPT pero mucho más antiguo «consume tanta enerxía como 126 casas danesas durante un ano. Os supercomputadores precisan grandes sistemas de refrixeración e moitísima auga. Pode ser solucionadora pero agora mesmo a IA é parte do problema», anotó Bolón.

El investigador Marcos Ortega, del Grupo Varpa del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), abundó en el desafío: «La IA viene como una revolución, pero merece un debate sosegado. Es una herramienta buena para eliminación de las tareas más tediosas, que facilitará la construcción de herramientas para que el trabajo de las personas sea más eficaz, más creativo y personal», indicó de un sistema que «acelerará el proceso de extracción de conocimiento». 

Brais Tuñas, de 21 años, se queda con una frase del cocinero Luis Veira, que también compartió su experiencia. «Empezó con siete personas y son cuarenta y pico. Es cabezota, pero lo que más me gustó fue que dijo que quiere la tercera estrella Michelin y aún no consiguió la segunda». El director de la escuela, Jesús Vázquez Forno, lo explicó al final: «Veira dijo que tiene que ir a por la tercera estrella porque si no se le cae la primera».

Para cerrar, un robot manejado por Alejandro Mosteiro, del Citic, le preguntó a la conselleira de Emprego si se atrevería a contratarlo en su gabinete. «Tienes que prepararte un poco más para poder compararte con los miembros de mi gabinete», le respondió María Jesús Lorenzana, que aludió a «un cambio de paradigma en las relaciones laborales y en la gestión de los recursos humanos». El humanoide reaccionó bailando una espasmódica Macarena.