Observaciones oceánicas actualizadas de 24 científicos de 16 institutos de todo el mundo corroboran los efectos de un clima en continuo calentamiento
08 mar 2023 . Actualizado a las 06:56 h.Observaciones oceánicas actualizadas de 24 científicos de 16 institutos de todo el mundo corroboran los efectos de un clima en continuo calentamiento. Los tres indicadores clave del cambio climático incluyen temperaturas que siguen batiendo récords históricos, niveles sin precedentes de contraste de salinidad oceánica y un aumento de la estratificación oceánica (separación del agua en capas) sin signos de ralentización.
En el 2022, el quinto año más cálido a nivel global desde 1880, se estableció y registró un nuevo récord de contenido de calor oceánico entre 0 y 2.000 metros, con una introducción de aproximadamente 10 zetta julios (ZJ) más de calor en el océano que en el 2021. Un zetta julio (unidad de medida de trabajo o calor) tiene 21 ceros detrás. Los resultados se publicaron el 11 de enero del 2023 en Advances in Atmospheric Science. Resume dos conjuntos de datos internacionales del Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia China de Ciencias (CAS) y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU., que analizan observaciones del contenido de calor oceánico y su impacto que datan de la década de 1950.
«Los datos muestran un mensaje coherente según el cual el contenido de calor oceánico de los 2.000 metros superiores alcanzó un valor récord en el 2022», declaró Tim Boyer, investigador principal de la NOAA.
Una medida de 10 ZJ de calor equivale a 100 veces la generación mundial de electricidad en el 2021, unas 325 veces la producción de China en el 2021 y casi 634 veces la producción de electricidad de Estados Unidos. Diez ZJ de calor también pueden hervir 700 millones de teteras de 1,5 litros por cada segundo.
«El calentamiento global continúa y se manifiesta en el calor récord de los océanos, y también en los continuos extremos de salinidad. Esto último pone de manifiesto y confirma que las zonas saladas son cada vez más saladas y las dulces cada vez más dulces, por lo que se produce un aumento continuo de la intensidad del ciclo hidrológico», añade Lijing Cheng, investigador del IAP. «Esa cantidad de calor que ingresa a los océanos tendrá graves consecuencias, y será mucho más rápido de lo que se espera», añade.