Estrenando vistas

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Los cruceristas que esperaban a la entrada del puerto, supongo que ignoraban que estrenan vistas: las que descubre la cantina del puerto, convertida ya en escombros

05 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Bajo el sol de este veranillo de San Miguel, los cruceristas esperaban ayer a la entrada del puerto, donde lucía en todo su esplendor el barco que los había traído a la ciudad. Supongo que ignoraban que estrenan vistas: las que descubre la cantina del puerto, convertida ya en escombros. Venían de los jardines de Méndez Núñez, que ayer saludaban a sus nuevos vecinos, los magnolios que en sus recién estrenados macetones lucen ya en los Cantones.

Por estrenar, estrenamos hasta carteles en el túnel de Juana de Vega, retirados al fin aquellos pósteres como de trabajo de fin de curso de la EGB. Hasta el Eusebio da Guarda se quita los andamios y aparece el piso superior de un reluciente blanco.

Ni los turistas ni el canciller Scholz sabrán mucho de lo que cada día nos da la lata, nos levanta dolor de cabeza o nos complica la rutina. Los primeros al menos patean la ciudad, así que se preguntarán la razón de los escombros y las excavadoras. El segundo, sus ministros y los nuestros poco van a pasear más allá de Palexco durante esta cumbre comprimida en una tarde. Antes de llegar a Praga al día siguiente, deben tener tiempo para reunirse de dos en dos, hacer un plenario, una declaración política, firmar un par de acuerdos, cenar y hacer la clásica foto de familia en la que, afortunadamente, no habrá que echarse las manos a la cabeza ante la falta de paridad. Menos da una piedra.

Mañana se habrán ido. Los ministros y los turistas también. Afortunadamente, detrás de los segundos llegarán pronto otros. Es posible que entonces haya pasado el veranillo, o que estemos ya metidos en otro, porque el agua sigue pareciendo un espejismo. Ojalá encuentren paraguas, un puerto más abierto aún, más fachadas al aire.