Los panaderos de A Coruña, al límite por el paro del transporte: «Estamos racionando la harina»

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Empresas del sector, como Da Cunha o San Brandán, han cerrado líneas de negocio por falta de materia prima. Dicen que podrán distribuir en el mercado local, si la situación de desabastecimiento no se soluciona, hasta el fin de semana

23 mar 2022 . Actualizado a las 15:58 h.

El pan es un bien de primera necesidad pero, si la huelga del transporte se prolonga mucho más, se transformará en un bien de lujo: caro y escaso. Los panaderos alertan de la escasez de harina y, al mismo tiempo, los problemas para distribuir sus productos más allá de los mercados locales. Entre los afectados está Manuel Da Cunha, gerente de una de las empresas panaderas más importantes de A Coruña y su área metropolitana.

Explica, desde su fábrica en Carral, que ya ha tenido que prescindir de dos de los tres turnos de trabajo que normalmente tiene en marcha, afectando a un total de 22 empleados. «A situación é crítica. Claro que é critica!», exclama. De hecho, de sus líneas de negocio, la única que sigue funcionando con normalidad es la del reparto local. «Porque o facemos en furgonetas, non en camións», explica. Dice que para esta línea de negocio tiene suficiente harina, procedente de campos de trigo o maíz propios o, al menos, de ámbito regional. «O problema está en que non chega fariña de Castela», indica. 

Sin mercado nacional

En este sentido, el empresario explica que, por un lado, no puede fabricar para distribución nacional porque no entran camiones con la materia prima y, por otro, no puede vaciar las cámaras frigoríficas, que ya llevan días llenas con productos elaborados para mandar a mercados de España, debido al parón en el transporte. «O prexuízo máis importante que estamos tendo é non poder mandar o noso produto fora de Galicia. Esa liña da produción está parada dende hai máis dunha semana, e coa xente parada, claro. A situación é esta: non vendemos e non podemos fabricar, porque o espazos de almacenaxe está cheo». Aunque es producto perecedero, Da Cunha explica que en las cámaras frigoríficas podrá aguantar dos o tres meses. Pero las pérdidas comienzan a acumularse: «Cada día mandamos 30 palés nun tráiler para o mercado nacional. É dicir, deixamos de vender 10.000 bolos de pan ao día. E levamos máis dunha semana nesta situación...», comenta sin ocultar su desesperación.

Alza de precios

Explica que si la situación se prolonga más tiempo, llegará un momento en que tampoco tengan harina para elaborar el pan del día. «Por sorte, onte chegou un camión de fariña e temos para tirar uns días máis. Pero esta situación, si se prolonga máis, levará a que haxa unha escaseza de pan e á suba de prezos», dijo. Aunque sigue suministrando a centros de día, colegios y otros colectivos sociales: «Si, de momento, seguimos con ese reparto. E tamén nos supermercados das proximidades. Pero hai moita preocupación sobre o que pasará nos próximos días», indicó. También quiso aclarar que la harina que se utiliza en Galicia para la fabricación de pan nada tiene que ver con los cereales que se importan desde Ucrania. «No noso caso, o 40 % da fariña é orixinaria das nosas fincas e o 60 % restante ven de Castela, pero os camións xa nin entran a Galicia», denuncia.

En una situación muy parecida está otra empresa panadera ubicada en el polígono de A Grela. Borja Muñoz, responsable de márketing de San Brandán, confirma que la preocupación es máxima: «En circunstancias normales, la harina que tenemos almacenada nos serviría para desarrollar la actividad diaria. Tenemos paradas las líneas de productos congelados precocidos y estamos reservando o racionando la harina que tenemos para abastecer nuestras tiendas San Brandán y clientes de plaza de proximidad, como colegios, hospitales...». En este sentido, también confirma que el problema es doble: no entra materia prima y no salen productos elaborados. «Por ahora no hay problema de abastecimiento para el mercado local, pero estamos a la expectativa. Tenemos harina para llegar, como mucho, al fin de semana. Pero si esto sigue así, a partir del próximo lunes o martes ya habrá problemas», avanzó.

Aunque todavía no se puso sobre la mesa la sombra de un ERTE, Borja Núñez confirma que están capeando el temporal dando días libres o recolocando al personal que está parado por el cierre de las líneas de precocinados. Dice también que al no poder traer cisternas con harina de Pontevedra, están trayendo cuando pueden sacos en camiones: «Y eso supone una sobrecarga de trabajo brutal, porque no solo hay que traer la harina saco a saco, en vez de en cisternas, sino que después hay que abrirlos uno a uno y meterlos en los silos que tenemos», explica. 

«No habrá pan»

Por su parte, el presidente de la Asociación de Fabricantes de Pan de A Coruña, Luis Rodríguez, confirmó que ya hay pequeñas panaderías que han tenido que cerrar. «Hay alguna en A Coruña, también en Ponteceso, Pobra do Caramiñal, Santiago..., porque se han quedado sin harina». Explica que los que resisten tienen materia prima para seguir produciendo hasta el fin de semana, como mucho. «En general, los más previsores llegaremos con esfuerzo a mitad de la próxima semana, pero a partir de ahí, si no llega harina, no habrá pan», declara con contundencia. Además, el precio de la harina también está en alza, al igual que el de la energía, por lo que algunos panaderos ya están repercutiendo en el cliente todas estas subidas. «No les queda más remedio si quieren seguir pagando el sueldo de sus empleados», explica Rodríguez. Recuerda que el pan, como el café, son medidores que testan con bastante fiabilidad el mercado. «Y, ahora mismo, los resultados son preocupantes».