En los hospitales públicos no se cubren bajas, no hay gente para establecer los turnos y tampoco para cubrir los días de vacaciones y permisos
16 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El título de esta crónica no es una broma. Es la realidad que se está viviendo en los hospitales públicos del área sanitaria de Coruña. No hay personal de enfermería y el poco que aguanta está doblando turnos y dedicándose en cuerpo y alma a cumplir con todos los cuidados de sus pacientes. Lo han denunciado públicamente en este periódico y en otros muchos medios, porque desde hace tiempo están trabajando a destajo sin posibilidad de relevo. No se cubren bajas, no hay gente para establecer los turnos y tampoco para cubrir los días de vacaciones y permisos. La situación —confiesan— es insostenible y se ha agudizado en los últimos años debido al maltrato continuado que están padeciendo. La cuestión es que desde hace años, las enfermeras (la mayoría son mujeres) se han visto en la tesitura de tener que buscarse la vida fuera de España o cambiarse a los hospitales privados en busca de una estabilidad que en la sanidad pública no tienen. Lo dicen ellas, cuando relatan que muchas viven con el pijama colgado en una bolsa por si las llaman en cualquier momento del día. Ese es el sistema que tienen habilitado. Pero, además, las pueden avisar en cualquier momento para que se incorporen inmediatamente a cualquier servicio, aunque sea solo durante un día. Y si no responden a esa llamada, las colocan en el final de esa lista y a esperar a que las vuelvan a reclamar. Por si esto fuera poco, las pueden destinar a Cee, a Vimianzo o cualquier lugar de la zona del área sanitaria con los inconvenientes de conciliación que supone para muchísimas familias que, por eso mismo, buscan en la privada una estabilidad que en la pública no conocen.
Les aplaudimos a rabiar en el confinamiento, lo han dado todo en la pandemia y así se les paga a quienes cuidan, a diario, de todos nosotros.