Doscientas pintadas menos cada mes en A Coruña

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tras recorrer la Ciudad Vieja, el centro, Orzán y Monte Alto, la limpieza abarcará el resto de barrios

12 ago 2021 . Actualizado a las 09:42 h.

El 1 de octubre del año pasado entró en vigor el nuevo contrato de limpieza viaria, que entre otras mejoras incluye equipos especialmente dedicados a la limpieza de pintadas en las calles de la ciudad.

El resultado comienza a ser visible después de varios meses de trabajo y algunos lugares que permanecían emborronados por estos actos vandálicos muestran ahora una cara diferente. Así, cada mes se eliminan de las paredes y elementos de mobiliario urbano de A Coruña alrededor de 200 pintadas, desde algunas muy pequeñas hasta otras de tamaño importante.

Por su valor histórico y patrimonial, además de ser una de las zonas más visitadas por los turistas, la Ciudad Vieja fue el primer escenario en el que se eliminaron grafitis. Sinagoga, Cortaduría, General Azcárraga o Damas son ejemplos de vías en las que se llevaron a cabo las primeras actuaciones. Una vez finalizado el recorrido por la Ciudad Vieja, los servicios antipintadas se fueron desplazando por el entorno de María Pita hacia la calle Real, en la que en un solo mes se eliminaron 16 grafitis, y vías próximas como la Galera, en la que en el mismo período se eliminaron 15. Las siguientes zonas que se cubrieron fueron Pescadería, el área de las plazas de Lugo y Pontevedra, y se continuó hasta Riazor. Un ejemplo claro es el de las cristaleras de los bajos del Playa Club, que presentaban grandes pintadas desde hace años.

Sin embargo, la erradicación de las pintadas que asolan la ciudad es una tarea ardua a la que se dedican dos equipos, cada uno con dos profesionales. Uno de ellos cuenta con un furgón y una máquina de agua a presión para poder actuar sobre superficies porosas. Mientras, el otro son dos operarios a pie con útiles y herramientas para borrar los grafitis en lugares no porosos. 

Siguientes objetivos

«Hay miles de pintadas por toda la ciudad», explican fuentes municipales, que no pueden precisar una cantidad total debido a la magnitud del problema. Una vez concluidas estas zonas, actualmente se continúa por el centro de la urbe, el siguiente objetivo de los equipos de limpieza será el Orzán, una de las zonas más castigadas por este problema, que supone uno de los principales indicadores de suciedad de la urbe desde hace años.

Cuando se concluya la limpieza de esta zona, la previsión es cubrir el resto de la península, comenzando por Zalaeta; seguido de As Ánimas y Pelamios; luego el entorno de la Domus; a continuación la parte alta de Orillamar y Adormideras; y finalmente la parte más elevada de Monte Alto.

Esta es la previsión con la que seguirán trabajando los cuatro encargados de borrar las pintadas de la ciudad, pero a los miles de grafitis existentes les acompaña otro problema: la recurrencia. Eliminar uno de estos actos no quiere decir que ese lugar quede limpio para siempre, sino que algunos espacios recuperados vuelven a ser castigados por los grafiteros. A estos sitios se les da prioridad para mantener las zonas impolutas y evitar un efecto llamada para atraer nuevas oleadas. Así, el avance por la ciudad es lento, pero supone un progreso en comparación con lo ocurrido en los últimos años. Estas son las zonas en las que se actuará a corto y medio plazo, pero la eliminación de pintadas llegó para quedarse y será una parte más de la limpieza viaria, como el baldeo de calles o el servicio que prestan los barrenderos. 

Intervención policial

La aparición de nuevas pintadas lleva otra actuación aparejada, que es la de agentes de la Policía Local. Una vez que se detecta un grafiti reciente, se levanta un atestado para emprender posibles acciones legales contra el autor de la pintada, al que se trata de identificar mediante exámenes grafológicos, labor en la que colabora una empresa.

El plazo habitual que se maneja para la eliminación de una nueva pintada es inferior a las 24 horas. Además de los que van apareciendo, también existe orden de borrar algunos grafitis cuando así lo ordenan los servicios técnicos o la propia Policía Local aunque estén ubicados en lugares que no están dentro de las zonas de trabajo, ya que son estipuladas como «urgentes».

Tras años de quejas ciudadanas y de la ausencia de una política clara para la erradicación de las pintadas, el nuevo contrato de limpieza viaria y la decisión municipal se presentan como instrumentos de peso contra este problema. «Una de las prioridades del gobierno de Inés Rey es mantener en buen estado la ciudad, su imagen y su cuidado. Es una prioridad la limpieza de A Coruña y ya se ven los resultados en las zonas verdes y ahora en las calles y edificios», explican desde el Ayuntamiento.