¡Qué conciertos los de esos años!

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

xosé castro

Aquellas fiestas de verdad, en que la ciudad hervía por todas partes, cuando no se podía andar por la calle Real y María Pita estaba a rebosar

29 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Está a punto de arrancar agosto, el mes coruñés por excelencia, y una no puede más que echar de menos la juerga. Pero aquellas fiestas de verdad, en que la ciudad hervía por todas partes, cuando no se podía andar por la calle Real y María Pita estaba a rebosar. Parece imposible hoy, que hemos perdido todo el roce, imaginarnos entonces saltando apiñados delante de aquellos escenarios que nos ponían las pilas. No puede haber pasado el tiempo tan rápido, pero en 1989 cuando las hombreras nos armaban el mejor look, y llevábamos la permanente o el moldeado y las tierras de Egipto nos hacían brillar de color naranja, ahí estaba Mecano llenando nuestras vidas. Hasta 30.000 coruñeses se juntaron en María Pita para bailar los hits que marcaron la juventud que ahora vienen a la memoria con el ritmo golpeando la nostalgia: «Y un espejo de cristal, maquíllate, maquíllate...». En aquellas fiestas nos apretujábamos como sardinas en lata, sudando la gota gorda para ver a nuestros ídolos. Nadie superaba a finales de los ochenta a Mecano, con Ana Torroja encuerada en su fiel estilo de shorts y pelo corto. Aquel concierto fue un hito, con toda Coruña saltando y gritando con el fanatismo de antes, en que no era tan común recorrer España para ver a cualquier artista del top nacional. Cuando caía uno de los grandes en las fiestas de agosto y sabías que era la única oportunidad de verlos, todos nos contagiábamos de la misma euforia. Así se vivió con Mecano, pero también con Marta Sánchez y no hace tanto todavía con Miguel Bosé. Porque fue en el 2017 cuando Coruña vibró con ese endiablado bandido que se nos asoma a estas alturas como otro de nuestros fantasmas. Parece otra realidad, cuando la música en la calle nos movía los corazones con toda la fuerza del destino. ¡Ay, esos agostos...! ¿Volverán?