El artista húngaro Gergely Oroszki entregó a Aspronaga el primer sofá de una serie de diez que planea construir para entidades sociales en el marco de una iniciativa solidaria
02 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Ayer, en la sede de Aspronaga en la calle Pérez Lugín, en Ciudad Jardín, les entregaron una sofá único. Detrás de este sofá hay una historia viajera. Arranca lejos, en Hungría, el país de origen de Gergely Oroszki, un apasionado del bricolaje y la solidaridad. Trabaja en un almacén de Arteixo y en los ratos libres da forma a sus sueños en el taller del suegro. Su mujer es de A Coruña y la conoció en Irlanda. Estuvieron en Canarias y Málaga hasta que decidieron instalarse aquí. Gergely se formó para ser cocinero y es un manitas con ganas de ayudar a los demás. Puso en marcha una iniciativa que bautizó con el pretencioso nombre de El sofá más caro del mundo. «Es por llamar la atención porque hoy el dinero y las cosas caras parece que están de moda. Pero por nada más», explica. Su idea es construir diez sofás únicos y entregarlos a diferentes entidades. En concreto, el primero, de Aspronaga, lo hizo con madera, polipiel, restos de pantalones vaqueros reciclados, espuma y piezas de otro sofá. Personas con discapacidad intelectual lo utilizarán para entrevistar a diferentes personas. «Tengo contacto con una oenegé para darles el segundo. Unos niños van a pintar y decorar las piezas y después lo montaré», explica este artista húngaro afincado en A Coruña. Por el momento, son sofás firmados por un desconocido, pero... Quién sabe si algún día valdrán un dinero que podrá beneficiar a algunas entidades sociales. Esto no ha hecho más que empezar, pero la aventura promete.