El rector, Julio Abalde, espera iniciar obras este año en tres naves, que crecerán en altura
26 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene 400 metros cuadrados ampliables a otros 400 y está en una de las esquinas más cotizadas de Pedralonga, al lado del Centro de Servizos Avanzados (CSA) que inaugurará la Cidade das TIC a finales del 2022 y en el que se alojarán investigadores, empresas y los 49 demostradores de servicios digitales y de inteligencia artificial con los que la universidad quiere aportar conocimiento a la transformación de Galicia. Enfrente de este centro de innovación, en el extremo sur de la parcela de la antigua fábrica de armas, se encuentra el edificio que la UDC cederá a los vecinos de Palavea, Santa Gema, A Pasaxe, A Zapateira y Castro de Elviña. «Podrán construir una planta más en altura y tendrán acceso directo al local social que ya existe en los terrenos que el Ayuntamiento va a comprar al Ministerio de Defensa, donde están las piscinas y las instalaciones deportivas», explicó el rector, Julio Abalde, que sugiere la posibilidad de conectar los dos edificios vecinales.
Para continuar avanzando en el nuevo campus y con el CSA ya en marcha -a mediados de mayo se licitará la construcción según el proyecto del arquitecto Carlos Pita y antes del verano, según Abalde, empezará la obra-, la UDC depende ahora de que Aena informe el proyecto de reforma de las naves, que están dentro del perímetro de afección del aeropuerto de Alvedro y, en contra de lo previsto inicialmente, crecerán en altura. «Una nave es mucho más pequeña y en el resto también necesitamos incrementar el volumen por cuestiones estructurales, para tener una planta más, pero será muy poco, metro y pico», detalla el rector, que recalca que el planeamiento permite aquí alturas de hasta 25 metros.
El dictamen favorable de Aena, si se confirma, daría vía libre a la rehabilitación de los edificios restantes. Faltaría la financiación. Si no la totalidad, sí una parte sustancial de los 55 millones de euros que costará el campus tecnológico, científico y empresarial de Pedralonga. Para ir adelantando, el equipo de Abalde ha despiezado el complejo y está analizando cada una de las partes para determinar cuáles son susceptibles de recibir fondos públicos y cuáles tendrán que recurrir a aportaciones privadas. Los montones dependerán de las convocatorias que el Gobierno saque a lo largo de este año en el marco de los fondos europeos de reconstrucción, a los que la UDC acudirá con grandes posibilidades, prometedores por tanto, pero en ningún caso resueltos antes de finales del 2023.
Con estos plazos la universidad ata cabos con empresas y entidades. «Soy optimista y a lo largo de este 2021 espero que se inicien las obras en dos o tres pabellones más», avanza el rector. La Cidade das TIC manejará fondos privados a través de una doble vía. «Por un lado, empresas interesadas en asumir todo el proceso que va desde la transformación hasta la ocupación de las naves en régimen de concesión, y por otro, entidades dispuestas a financiarnos las obras de transformación o rehabilitación de las naves, basándose en los ingresos que obtendremos posteriormente por el alquiler de las mismas», desgrana Abalde, y afirma: «Tenemos empresas y tenemos entidades financieras».
«Las titulaciones minoritarias deben seguir existiendo; hay que hablar de rentabilidad social»
Las tres rectores negocian con la Xunta el plan de financiación 2021-2024 y el mapa de titulaciones del que saldrán los grados y másteres con los que las universidades de A Coruña, Santiago y Vigo tratarán de captar en los próximos años nuevas promociones de estudiantes, criterio principal para el reparto de fondos públicos. A más matrículas más financiación. Un estudio sobre los roles profesionales más demandados en el que participaron la UDC, USC, UVigo, Xunta y Feuga perfiló 15 másteres relacionados con la transición digital y ecológica que tienen por delante las empresas en torno a la economía circular, la biofabricación, vehículos autónomos, tecnología textil, realidad extendida o blockchain. El campus coruñés ya había solicitado el máster de inteligencia artificial para implantar en septiembre del 2022 y a Ferrol podría ir fabricación aditiva.
El nuevo mapa de titulaciones, sin embargo, será diverso y no olvidará a las minorías. «No podemos movernos solo por criterios economicistas. No somos una politécnica. Tenemos que generar conocimiento en todas las ramas y hablar de rentabilidad social. Las titulaciones deficitarias deben seguir existiendo. ¿Que son minoritarias? Sí, pero la sociedad también necesita formación minoritaria», razona Abalde, que defiende complementar esos 15 másteres con otros de humanidades o jurídico-sociales. «Me dicen que propongo titulaciones muy tecnológicas. Tenemos 44 grados y 4 pueden tener orientación tecnológica. Los otros siguen existiendo y se van a seguir potenciando. Siempre habrá gente que quiera estudiar filosofía, latín y griego, o historia».
El gobierno local da el visto bueno al CSA y compra la zona deportiva
No ha habido fisuras en la buena relación que mantienen el gobierno local y la UDC desde que el 28 de febrero del 2020, dos horas después de que el último convoy militar abandonara la fábrica de armas, la alcaldesa y el rector traspasaron el pórtico histórico para tomar posesión de los terrenos. Un año después, Urbanismo ha concedido ya la licencia para construir el CSA y la semana pasada el ejecutivo de Inés Rey aprobó la compra a Defensa, por un millón de euros, del suelo y las instalaciones deportivas situadas en la esquina sureste de la parcela, en la intersección de Alfonso Molina con la avenida de Pedralonga. Son 17.125 metros cuadrados (9.000 de aparcamiento) que albergan piscinas, vestuarios, un edificio social, pista polideportiva y zonas verdes que el ayuntamiento pretende rehabilitar para uso vecinal.