Los políticos deben pararse a escuchar a los residentes de un barrio nuevo que piden servicios tan básicos como un centro de salud o un parque con columpio
15 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Somos así. Creamos grandes centros comerciales para que los abarroten cada año millones de consumidores y, solo después, cuando los atascos en hora punta colapsan media ciudad, nos ocupamos de plantear unos accesos en condiciones. Lo de A Zapateira es parecido. Al margen de la tercera ronda, que da solución a algunos afortunados, la mayoría, enlacen o no después con ese nuevo vial, siguen sufriendo una carretera que en cuestión de capacidad está como la corredoira que había hace sesenta años, solo que con un tráfico quinientas veces mayor. Y así, cinco mil vecinos pierden horas y horas cada año en los embotellamientos escleróticos de la mañana, con los buses escolares cortando los carriles, y por la tarde, con el extenuante regreso colectivo al hogar. Todos a la misma hora.
En las entrañas de A Zapateira se gestan cuatro nuevas promociones inmobiliarias. Bienvenidos sean el progreso y la pujanza económica. El problema es que del parto múltiple nacerán otros dos mil vecinos, que, ya desde la cuna, vendrán a congestionar más, si cabe, el pírrico entramado viario del barrio.
Un barrio caótico, desagregado, esparcido sin demasiado xeito por A Coruña, Culleredo y Arteixo, con servicios que no se sabe a qué ayuntamiento corresponden, con un bus urbano que costó Dios y ayuda llevar hasta allí y que todavía asoma la cabeza con timidez, como pidiendo perdón por detenerse en cada parada. Siete mil vecinos (muy pronto) que seguirán contando con el apabullante equipamiento de una tienda y una farmacia. Poco más. Los políticos deben pararse a escuchar a los residentes de un barrio nuevo que piden servicios tan básicos como un centro de salud o un parque con columpio. ¿Se imaginan una zona del centro con una tienda y una farmacia para siete mil vecinos?
En fin, las infraestructuras, los equipamientos llegarán hasta A Zapateira, no lo duden… una vez que se haya construido la última de las promociones.