Los veterinarios tenían perfectamente estudiado el empleo de los trajes de protección por su contacto con una amplia variedad de coronavirus: «El uso generalizado de mascarillas, batas o calzas pueden ser algo relativamente nuevo en los centros hospitalarios, pero nuestros colegiados saben que no se puede entrar en ninguna granja de porcino sin estos elementos». Aun así, en la pandemia han sufrido bajas: «Nos consta que algunos compañeros de la provincia de A Coruña se han contagiado, pero creemos que ninguno ha desarrollado la enfermedad con síntomas graves», precisa sobre una pandemia que causó regulaciones de empleo en grandes clínicas y afectado mucho a los compañeros que trabajan por cuenta propia, que son la mayoría de los profesionales de la provincia.