A la espera del BOE para eliminar horarios

D. Vázquez OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

Marina Pereira (vecina de Meirás),  Óscar Otero (vecino de Arillo), M.ª Mercedes Bugallo (vecina de Betanzos), M.ª Dolores García (residente en Miami de vacaciones en Sada),  María Souto (vecina de Gandarío) y Secundino Naveira (vecino de Betanzos) comentaron a La Voz su impresión sobre las franjas horarias.
Marina Pereira (vecina de Meirás), Óscar Otero (vecino de Arillo), M.ª Mercedes Bugallo (vecina de Betanzos), M.ª Dolores García (residente en Miami de vacaciones en Sada), María Souto (vecina de Gandarío) y Secundino Naveira (vecino de Betanzos) comentaron a La Voz su impresión sobre las franjas horarias.

Los concellos están pendientes de que un documento oficial les permita liberalizar núcleos de menos de 10.000 vecinos, pero la población no se queja de las restricciones

19 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La desescalada con separación por horas y edades sigue vigente en varios puntos de la comarca, donde se superan los 5.000 habitantes, como son Liáns, en Oleiros; la capital sadense, el propio Arteixo (a excepción de O Rañal), varias parroquias de Culleredo o el propio Betanzos. En muchos casos se da la paradoja de que los vecinos de otras zonas del municipio se acercan sin restricción horaria a esos puntos, mientras los residentes tienen que mirar el reloj para saber cuándo les toca disfrutar del aire libre. La apertura de locales de hostelería, aunque pocos todavía en la comarca, o las salidas a las compras suponen otro punto que hace que esas franjas horarias ya no sirvan para separar de manera precisa a los distintos colectivos.

Con el anuncio del Gobierno central, el fin de semana, de la eliminación de franjas en núcleos de menos de 10.000 habitantes, hay concellos que ya han solicitado información precisa a la Delegación del Gobierno, pero la medida solo será efectiva cuando salga publicada en el BOE y será ese documento el que despeje las dudas. Desde Betanzos explicaban ayer que, si bien como Concello superan los 13.000, el núcleo no lo hace y pretende beneficiarse de esta nueva medida de desescalada.

En el caso de Culleredo se espera que este cambio sirva para liberar de las franjas a las parroquias de O Burgo y Rutis, hasta ahora las únicas con restricciones por superar los 5.000 habitantes. En el caso de O Burgo esta medida beneficiaría a los vecinos del propio O Burgo y a los del núcleo de Acea de Ama, y en el caso de Rutis, a los que vivan en Vilaboa, A Corveira, Fonteculler, O Portádego, Cordeda, Conduzo, Castro y Laxe.

En la calle, sin embargo, hay poco debate sobre las franjas horarias, sobre todo en el caso de las personas mayores, la mayoría sale en las horas que se les reservan y solo piden que la medida acabe pronto.

Los traslados entre municipios, ya permitidos en esta fase del desescalada, hacen que muchos desconozcan que a donde se desplazan mantienen esas limitaciones y es posible ver personas de distintas edades paseando sin restricciones por los pocos espacios en los que todavía se mantiene la medida.

Marina Pereira, Óscar Otero, M.ª Mercedes Bugallo, M.ª Dolores García, María Souto y Secundino Naveira comentaron a La Voz su impresión sobre las franjas horarias.

Pereira lo hizo en Santa Cruz, en donde había hecho una parada tras ir a A Coruña. «Vivo en Meirás y no sé si aquí (Santa Cruz) hay franjas. Yo lo llevo bien, pero hay gente poco responsable», reconocía esta mujer de 60 años.

Por su parte, Óscar Otero, residente en la urbanización Arillo, reconocía que paseaba el perro por Santa Cruz, aprovechando que su mujer trabaja en la zona. «Para los que tenemos perro nos viene bien el paseo, mis hijos salen cuando su madre les deja», decía este hombre de 57 con una pizca de ironía sobre sus pequeños, que reconocía que les tocó estudiar en época de confinamiento.

M.ª Mercedes Bugallo, vecina de Betanzos de 83 años, paseaba por la plaza García Naveira al mediodía. «A mí me parecen bien, mientras no llueva. Solo espero que no mantengan esto para todo el año», comentaba preocupada, una mujer independiente, que indica que aunque vive sola, su hija siempre está pendiente de ella.

M.ª Dolores García tiene 70 años y es natural de Monfero, vive en Miami desde hace 45 años, pero que anualmente regresa a Galicia y la cogió la pandemia en Sada. «Las franjas están bien para que no haya aglomeraciones. Hay que seguir las normas», indica esta pediatra de profesión, que cree que el covid vino para quedarse.

María Souto, de 70 años, es vecina de Gandarío y se desplazó ayer a Sada a echar a Correos una carta para Inglaterra. «Me dan igual las franjas, yo salgo solo por lo necesario», reconocía y afirmaba que las franjas para mayores deberían alejarse lo más posible de la noche.

Por su parte, Secundino Naveira, también de 70 años, estaba sentado ayer al mediodía en un banco de la plaza do Campo en Betanzos y fue el único en hacer puntualizaciones a las decisiones del Gobierno. «Pola mañá, aínda vale, pero pola tarde tiña que ser para os maiores outro horario. As catro, non as sete», comentó.