El fantasma del Gibraltar coruñés

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Lady Hester volvió a escabullirse en su cita anual con sir John Moore, que espera la mejora del romántico jardín de San Carlos

19 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El jueves diluviaba. Era 16 de enero, aniversario de la muerte de sir John Moore. Los actos que iban a celebrarse en el jardín de San Carlos para conmemorar la batalla de Elviña fueron trasladados al Museo Militar. Ese día, alrededor de la tumba del general inglés andaba el fantasma de lady Hester Stanhope. «Tenía una piel increíblemente blanca, tanto que cuando se ponía un collar de perlas no se notaba». Era altísima, 1,85 metros, delgada y «le daba igual todo: hacía lo que le daba la gana». Así define Mark Guscin, británico afincado en A Coruña, a lady Hester. Lo hace en el manuscrito inédito de las Memorias adicionales de Lady Hester Stanhope que publicó, hace un par de años, en la editorial inglesa Sussex Academic Press.

Guscin, que esta semana presentaba el libro Las coruñas del mundo (Arenas), es el autor de las únicas biografías en castellano de sir John Moore y de lady Hester. El citado manuscrito, traspapelado en el Archivo de la Historia del condado de Kent hasta que lo descubrió Guscin, es una biografía de Charles Lewis Meryon, el médico de lady Hester.

Libres y sin compromiso

Ella y Moore eran libres y sin compromiso: «La mujer estaba enamorada de él, que el general lo estuviese de ella no está demostrado», anota Guscin.

La vinculación que sí existía entre ambos era que Moore contaba con dos hermanos de ella como ayudantes de campo: Charles, que murió durante la batalla de Elviña, y James, que en esa contienda recibió el impacto de una bala en la espina dorsal y el proyectil permaneció en su cuerpo hasta su muerte, causándole notables dolores.

Lady Hester Stanhope, con una vida de película, era sobrina del primer ministro británico Pitt, vivió con él en Downing Street y «llegó a ser la reina de la alta sociedad británica», apunta Guscin.

Ahora, con su fantasmal visita al jardín de San Carlos, sigue pisando suelo inglés, ya que el sitio donde reposa Moore es territorio británico. «Es el Gibraltar coruñés», califica Manuel Arenas.

En la mañana de ayer, sábado, tuvo lugar una visita guiada a la tumba del general con el fin de desvelar algunas de las historias escondidas que, aún no siendo inéditas, siguen sorprendiendo. Así, explicaba Arenas, sir John Moore en realidad no está enterrado en ese elevado mausoleo de cemento rodeada por las lanzas de forja de Juan de Ciórraga, sino en la parte baja del mismo, donde hay una cripta.

Una cripta con misterio

Además, explicaba, allí han sido enterrados cónsules británicos junto a sus esposas e hijos. Es difícil conocer con exactitud el número de personas sepultadas debido al mal estado en que se encuentran algunas de las inscripciones del túmulo.

En la reconstrucción del texto de la lápida que tapa la última entrada, muy gastada por la erosión, figura el nombre de Diana. El texto bilingüe (inglés y español) dice: «Aquí yacen los restos de Diana, esposa de don Ricardo Bartlett, cónsul de S. M. Británica en La Coruña y su dependencia. Falleció en 1830. Edad 33 años».

Manuel Arenas explica que han sido tomadas imágenes del interior de la cripta y en ellas se pueden ver las paredes de adobe, gravemente afectadas por la humedad y el paso del tiempo. Además, están cubiertas de barro, por lo que sería necesario llevar a cabo «una limpieza y restauración». Con ello, quizá sería posible revelar el misterio y llegar a saber quienes acompañan al general sir John Moore en su descanso, además del fantasma de lady Hester.