El Ayuntamiento dejó sin ejecutar obras por 27,6 millones en el 2018

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

OBRAS DE LA CUBIERTA EN EL ESTADIO DE RIAZOR
OBRAS DE LA CUBIERTA EN EL ESTADIO DE RIAZOR ANGEL MANSO

El gobierno de la Marea mejoró la realización de inversiones, pero no llegó al 50 %

06 ago 2019 . Actualizado a las 01:46 h.

En el 2018, el Ayuntamiento dejó sin ejecutar inversiones que suman más de 27 millones de euros. Así lo indica un informe de la Tesorería de María Pita, que concluye que de los 52,7 millones disponibles en el capítulo de inversiones reales del presupuesto no se gastaron ni la mitad.

La Marea Atlántica insistió durante el último año en que las cifras del ejercicio pasado habían sido mucho mejores que las de años previos porque el PSOE había facilitado la aprobación de las cuentas sin poner condiciones.

Sin embargo, como ya se ha indicado, el anterior gobierno local no logró llegar al 50 % en la ejecución de inversiones. Es más, de los casi 302 millones que el consistorio tuvo disponibles durante el ejercicio pasado, casi 55,8 millones se quedaron sin uso.

Pese a esas cifras, el resultado final es mejor que el de los dos años anteriores. Claro que era previsible que se superase el listón del 2016 y el 2017, ya que en esos ejercicios el Ayuntamiento obtuvo las peores cifras de la década en ejecución de inversiones.

En el 2016, María Pita dejó sin gastar 62 millones de euros, de los que más de 44 figuraban en el capítulo de inversiones, que contaba con 62,3 millones. Es decir, el gobierno local dejó sin ejecutar el 71 % de los fondos que tenía disponibles para nuevos proyectos y obras.

Las cifras provocaron fuertes críticas de los partidos de la oposición y también de las asociaciones empresariales, que advirtieron de que el parón en la inversión municipal se traduciría en dificultades económicas y pérdida de puestos de trabajo en el sector de la obra pública.

Pese a las críticas de esos sectores, la situación no mejoró en el 2017, y estuvo cerca de empeorar. En ese ejercicio el gobierno local dejó 61 millones de euros en las arcas municipales. Gran parte de esa cantidad volvió a proceder del capítulo de inversiones, que se había reducido a 44,1 millones de euros, pero del que solo se lograron ejecutar 10,8.

Los 15 millones para la banca

Los dos ejercicios consecutivos con bajo el gasto público dejaron un importante remanente en las arcas municipales. Así, en el 2018 se anunció que el Ayuntamiento dedicaría cerca de 15 millones de euros a obras en los barrios, de forma extraordinaria.

Esos fondos procedían del dinero que no se utilizó en los dos años anteriores. En principio iba a ser posible destinarlo a inversiones porque el Ayuntamiento cumplía con los límites de endeudamiento y otras obligaciones indicadas dentro de la normativa legal de control del gasto.

El gobierno local, en plena precampaña electoral, publicitó esas obras dentro del esfuerzo que hizo durante el 2018 para contrarrestar las denuncias de ineficacia en la gestión que, basadas en los informes oficiales de los servicios técnicos del Ayuntamiento, se habían convertido en uno de los principales argumentos de los partidos de la oposición.

Sin embargo, el paquete de inversiones se perdió porque el gobierno local no fue capaz durante meses de pagar sus facturas dentro del plazo legal que marca la normativa, por lo que tuvo que dedicar los 15 millones a pagar la deuda existente con la banca.

Las cifras no se publicaron

Pese a la pérdida de esas inversiones, el gobierno local centró su defensa en que la ejecución de inversiones había sido mucho más elevada durante el año pasado. Las cifras del informe de Tesorería indican una mejoría, pero también que quedaron sin gastar más de 27 millones de euros.

Esos datos no se han conocido hasta ahora, ya que el anterior gobierno local no llevó la liquidación del 2018 a pleno, a pesar de que el plazo para hacerlo finalizó en el primer trimestre de este año. La oposición denunció en varias ocasiones el retraso para hacer ese trámite, y acusó al gobierno local de mantenerlo paralizado con el objetivo de que no se conociesen las cifras de inversión real, justo en los meses previos a la celebración de las elecciones municipales.