El chico sin iris: «La victoria no es mía, sino de todos vosotros»

Francisco Amor Llopis

A CORUÑA

MARCOS MIGUEZ

Carta abierta de Francisco Amor Llopis, el adolescente de Oleiros que ha conseguido acceder a nuevas ayudas y universidad gratuita

11 may 2019 . Actualizado a las 13:15 h.

La vida se basa en un viaje a través de varias paradas por voluntad propia o por contratiempos. En esta ocasión el contratiempo era el gigante conocido como Xunta de Galicia. Tras un largo período de lucha que finalizaba con un juicio que tuvo que realizarse en dos fechas por algún contratiempo, hoy hemos llegado a nuestro destino. El objetivo por el que tanto yo como mi familia, el doctor que está a mi lado incondicionalmente, el abogado y toda la gente que desde sus posibilidades nos han ayudado. Y es que quiero agradecer el apoyo durante este trayecto a todos los medios de comunicación que habéis permitido al mundo conocer este caso. Al concello de Oleiros y a toda esa gente que con sus comentarios nos ha tratado de apoyar. A todos estos hoy os puedo decir que lo hemos conseguido.

Al fin la Justicia nos ha otorgado la verdad que tanto defendimos, y quiero agradecer una cosa al juez, y es que no solo haya impartido la Justicia como se debía hacer, sino que también se atrevió a mostrar en la sentencia su punto de vista ético. En conclusión, se ha reconocido al fin mi grado de un 75% y la clara referencia del juez a una falta de profesionalidad. Y esta victoria, no es solo mía, esta victoria es de todos nosotros, de los que habéis estado apoyándonos, y de los que ni siquiera conocíais este caso, pero ahora ya lo tenéis. Es la prueba de que la Justicia sí funciona, de que rendirse nunca debe ser una opción, de que el miedo a la administración de las épocas medievales ya no debe existir. Ahora, con nuestra palabra y la verdad por delante, podemos demostrar que no somos un simple numero estadístico, que somos personas humanas que saben defender sus derechos y ya no van a aceptar mas injusticias. Y que lo único que nos diferencia de ellos es que aceptamos nuestros errores y no tratamos de ser justos sin serlo. Hoy se abre una nueva puerta al mundo al que hemos demostrado que la lucha obtiene su recompensa y cada uno debe escoger su parada a tomar. La mía fue defender la realidad. También puede ser la vuestra.

Un abrazo de Francisco Javier Amor Llopis, el que conocéis como el chico sin iris.