Donde reviven los libros olvidados

Rodri García A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Novelas románticas, ensayos, filosofía o diccionarios de latín, entre lo más vendido en segunda mano

21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados». Así comienza La sombra del viento, la novela en la que Carlos Ruiz Zafón inventa ese espacio: «Cuando una biblioteca desaparece, cuando una librería cierra sus puertas, cuando un libro se pierde en el olvido, los que conocemos este lugar, los guardianes, nos aseguramos de que llegue aquí». Con los 90.000 libros publicados en España cada año es probable que muchos de ellos caigan en el olvido al mismo tiempo que se marchita la rosa que les acompañará el próximo martes.

En A Coruña no hay un cementerio de libros olvidados, por ahora, pero sí unos cuantos espacios en los cuales muchos volúmenes pueden tener una segunda oportunidad. «Hay un libro para cada persona y solo se trata de que se dé la casualidad de que lo tengamos nosotros y de perder un poco de tiempo buscándolo, aunque aquí están ordenados». Esto comenta Javier Pereira, uno de los responsables de la librería low cost Re-Read, la última de segunda mano en abrir en la ciudad (c/ San Andrés, 52).

 Para Pereira «se trata de darle una segunda vida a los libros porque la gente sigue teniendo afición por el papel. Muchos de los que son lectores compaginan tanto el libro electrónico como el tradicional y nosotros nos surtimos de esos en papel que están olvidados o que la gente por cuestiones de espacio o porque les suben el alquiler o porque se mudan no pueden hacerse cargo de ellos y como, evidentemente, les da mucha pena tirarlos a la basura nosotros les ofrecemos una salida digna para que no acaben en pasta de papel».

Fran, responsable de Fiandón. Libros de vello, lleva casi dos años y medio en el número 11 de la calle San Roque. En alguna ocasión cuando ha ido a abrir el local se ha encontrado con varias bolsas de libros a la puerta «como si fora un punto limpo». Pero lo habitual es vender y comprar, «pagando un prezo razoable» y tras una selección previa. Sostiene Fran que se lee más de lo que parece tras detallar lo que más demandan los usuarios de este espacio cultural: «A novela funciona ben, o ensaio tamén, a filosofía...».

Javier Pereira reconoce que «saber lo que va a consumir la gente es complicado: tengo comprado cosas que no tengo mucha fe en que los vaya a vender y después de dos o tres semanas por aquí rondando se van». Pone ejemplos: «Diccionarios de latín que, de entrada, uno pensaría que más allá de un estudiante de bachillerato -que ahora mismo tampoco sé si hay esa asignatura- nadie los va a necesitar. Y la verdad es que los diccionarios de latín se venden, es un caso extraño pero se venden; luego las típicas novelas románticas de Danielle Steel o Corín Tellado siguen teniendo tirón. Colecciones que la gente recuerda de su infancia, como las de Enid Blyton, siguen demandándose».

Otro de los criterios es que «cuanto más reciente es el libro en principio más sencillo es de vender». Y hay casos curiosos de algunos títulos: «La montaña mágica, de Thomas Mann, que tiene fama de ser un libro espeso, yo sé que si tuviese 15 copias pues las vendería todas». Para Pereira, «es sorprendente la afición de la gente por temas como la filosofía o el ensayo, que es un género que abunda poco porque cada vez se edita menos, pero aquí tiene salida». Aunque «se supone que en Internet están todas la recetas también se venden los libros de cocina». Y es que estos son lugares donde los libros olvidados reviven.

Una tradición de locales de viejo a la que se están sumando algunas librerías

«Eran estantes de libros que tiñan na casa e daban calor». De esta forma poética resume Fran, de Fiandón, esas colecciones que se fueron formando en los hogares y ahora, por fallecimientos o por falta de espacio, llegan a locales como el suyo. A Coruña tiene tradición de espacios de este tipo, aunque alguno emblemático como O Moucho, en la Ciudad Vieja, cerró hace unos meses. En Peruleiro está O Recuncho, de Mercedes Doval, asistente desde hace 15 años a la feria del libro antiguo, aunque en su local se pueden encontrar no solo libros sino otras antigüedades. Es lo habitual en estos locales, como ocurre en los que tiene El baúl de Fer en Riego de Agua y en la Ronda de Outeiro 285. También algunas librerías de nuevo, como es el caso de Arenas, han optado por poner a la venta libros de segunda mano a precios reducidos a fin de ganar espacio. Es algo que también había hecho la librería Inoa, en Federico Tapia, antes de cerrar a comienzos de este año.