Adiós al histórico «skyline» de Sabón

Elena Silveira
Elena Silveira ARTEIXO / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La demolición de la chimenea en la central térmica apura su ritmo para retirar los últimos 140 metros

01 oct 2019 . Actualizado a las 19:46 h.

Los trabajos para el desmantelamiento de la planta térmica de Sabón comenzaron en diciembre del 2015. La primera fase consistió en retirar todos los equipos electromecánicos de los grupos que quemaban el fuel y, en abril del 2018, se inició la parte más espectacular y compleja del proyecto: la demolición de la chimenea del grupo 2, la más alta de España (200 metros) en proceso de derribo hasta el momento.

Se trata de una tarea lenta y laboriosa ya que, debido a la altura de la torre, la empresa encargada de los trabajos tuvo que abordarla en fases. De hecho, primero se retiró el ladrillo refractario que había en el conducto interior de la chimenea y, a continuación, comenzó a retirarse de forma manual la parte exterior y más alta de la torre, donde el espesor del hormigón era menor.

Fin de las obras, tras el verano

A día de hoy ya se aprecia esa merma y la chimenea que antes se veía desde varios kilómetros a la redonda, ahora prácticamente ha desaparecido del skyline de Sabón. Las previsiones de Naturgy, anteriormente Gas Natural Fenosa, es que esta instalación pase a ser historia de forma definitiva a finales del próximo verano, si los trabajos se desarrollan sin ningún contratiempo.

El derribo de la parte más alta de la chimenea fue lo más complicado y tuvieron que utilizarse plataformas suspendidas con personal experto en trabajo vertical para ir retirando poco a poco unos 60 metros de la altura. De hecho, según confirmaron desde la empresa, ahora mismo queda algo más de la mitad por demoler, 140 metros. «Justo en esta cota de los 140 metros se ha procedido a un cambio de procedimiento. Hasta ahora se estaba trabajando de forma manual, con martillos picadores y cizallas, en la parte más alta, donde el espesor del hormigón era menor. Se cortaban trozos pequeños que se iban tirando por dentro del fuste de la chimenea», indican desde Naturgy. Pero a lo largo del mes de febrero ya se estuvo instalando una grúa monomástil con plataforma que sube a lo largo del fuste, para empezar a cortar piezas más grandes que se bajan a través de esta grúa. Con un ritmo de trabajo mucho más rápido a partir de ahora, la previsión de la compañía es poder finalizar los trabajos a finales de este verano.

En todo caso, desde la empresa matizaron que hay que tener en cuenta que, al ser labores que se realizan en altura, tienen que cumplirse todos los parámetros de seguridad para que los técnicos puedan realizar la demolición. De hecho, la presencia de viento o incluso de niebla puede paralizar la actividad. En este sentido, aclararon que el plan de trabajo de los técnicos puede verse modificado por las condiciones meteorológicas: «Como es comprensible, con el mal tiempo no es seguro trabajar en altura», indicaron. Así, con vientos que superen velocidades de 40 kilómetros por hora no se pueden abordar labores verticales en la chimenea.

Derribo mecánico

Desde Naturgy indicaron que los últimos 30 metros hasta la rasante, donde el espesor del hormigón es mayor, la demolición será mecánica. Según el plan de gestión de residuos, se segregarán los materiales resultantes. Así, los metales se recuperarán como chatarra y el hormigón será convertido en árido, previo machaqueo.

La empresa calcula que la chimenea pasará a ser historia a finales del próximo verano

Los residuos se segregarán para recuperar metales y convertir el hormigón en áridos