Solo 11 concellos del área sanitaria de A Coruña disponen de este servicio en los centros de salud de atención primaria
11 mar 2019 . Actualizado a las 15:03 h.En una tierra donde la natalidad, o mejor dicho su ausencia, planea como una amenaza acerca del peligro de extinción de muchos núcleos rurales, los profesionales que tienen entre sus funciones atender a la salud sexual, reproductiva y maternal de la mujer y del niño hasta el 28 día de vida son realmente pocos. El estudio Análisis de la situación de los enfermeros, enfermeras, matronas y fisioterapeutas en los centros sanitarios del país, impulsado por Satse, refleja que Galicia es la comunidad con menos matronas: una por cada 10.000 habitantes.
En números absolutos, el sistema sanitario público de España cuenta con 8.531 de estos profesionales, lo que significa 0,18 por cada mil habitantes. En Galicia son unos 325, de modo que el ratio lidera el ránking estatal por la zona baja, con un 0,12.
En el área sanitaria de A Coruña las carencias se reflejan en que en la comarca solo 11 concellos disponen de este servicio en los centros de salud de atención primaria. Las mujeres de Aranga, Coirós, Curtis, Irixoa, Paderne, Sobrado, Vilarmaior y Vilasantar han de desplazarse a otros municipios para recibir atención de un colectivo formado, capacitado y designado para hacerse cargo de la prevención, atención y recuperación de la mujer y el bebé no solo durante el embarazo y el puerperio. En la ciudad, aunque la situación es un poco mejor, tampoco existe la figura de matrona en todos los centros de salud, solo en 11 de los 14 existentes.
La falta de plantillas suficientes provoca, según denuncia Satse, que en muchos casos estos profesionales de enfermería especializada no pueden desarrollar todas sus competencias, tanto en atención primaria como en la especializada, que van más allá de asistir a la gestante. Una consecuencia «clara», subraya el sindicato de enfermería, es que se dan numerosos casos en que una única matrona debe atender varios centros de salud o ambulatorios, especialmente en las zonas rurales, de modo que solo puede dedicarse y en parte al embarazo, ante la imposibilidad de asumir las múltiples tareas de la atención a la salud sexual, reproductiva y maternal de la mujer, tanto en el ámbito de la prevención como en el asistencial.
Por ello, el colectivo reclama mayor esfuerzo de las Administraciones para reforzar las plantillas y un incremento de las plazas ofertadas para la formación especializada, que este año se redujeron a 379 para toda España.
En la comarca coruñesa todavía hay ocho concellos que no cuentan con enfermeras especializadas o matronas en algún punto de atención primaria.