Su relación con la joyería comienza a la temprana edad de 12 años en un céntrico negocio de la ciudad. Después de una estancia de cuatro años en París, donde trabajaba en un taller de joyería, Francisco Vázquez Alvedro regresa a casa en 1969, y es entonces cuando abre su propio establecimiento a los 27 años. Le llamó Orly y está situado en la calle Villa de Negreira. En 1985 abre su segunda tienda (Diamante) en la calle Barcelona. Durante los años ochenta, en el contexto del asociacionismo comercial, participó en la creación de la asociación Agra Comercial y, más tarde, Agra Comercial Calle Barcelona, de la que fue presidente. En este ámbito también dirigió la Federación de Áreas Comerciales de La Coruña. En su compromiso con el pequeño comercio defendió siempre sus intereses frente a las grandes áreas comerciales; esfuerzo que continuó como vocal de la Cámara de Comercio. En reconocimiento a su trayectoria, la Federación de Autónomos de Galicia le entregó su medalla de oro en el 2010. En su faceta laboral, también fue presidente del Gremio Provincial de Joyeros, Plateros y Relojería en la década de los setenta.
Francisco Vázquez Alvedro falleció a los 76 años y como padre de dos hijos. Aparte de la pasión por el trabajo y la joyería, era muy aficionado al deporte, especialmente al atletismo.