Mercedes Monmany: «En Auschwitz se segaron vidas pero también talentos»

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

La escritora y ensayista fue distinguida ayer con el Caballero Bonald de Ensayo por su obra «Ya sabes que volveré»

28 sep 2018 . Actualizado a las 08:18 h.

Ya sabes que volveré, el ensayo de Mercedes Monmany (Barcelona, 1957) sobre tres escritoras -Irène Némirovsky, Gertrud Kolmar y Etty Hillesum- que hallaron la muerte en Auschwitz, fue distinguido ayer con el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald. El jurado destacó el «compromiso ético e histórico» de un libro que tiene en la dignidad humana y la pulsión creadora sus argumentos.

-En su ensayo el foco está puesto sobre las personas, más que sobre el lugar...

-Si se miran los índices de judíos asesinados en el Holocausto no podemos dejar de pensar en cuántos talentos del futuro quedaron interrumpidos. Los judíos habían destacado en literatura, en música, en arte: cuántos libros, cuántas piezas se quedaron sin escribir. En Auschwitz se segaron vidas pero también esos talentos que se cercenaron, igual que muchas obras de las que se tiene noticia pero que no han llegado a nosotros.

-Es también un testimonio de la vocación creadora incluso en las circunstancias más complicadas.

-Insisto mucho en el libro en que aquello coincidió con un frenesí creador que se acrecentó con las dificultades. Tenían la conciencia de que aquello era anormal y debían dejar testimonio de ello. El proyecto de los nazis no solo era matarlos, sino primero deshumanizarlos, desposeerlos de su dignidad. La respuesta fue una resistencia de vivir y no caer en el odio.

-Precisamente el debate de los delitos de odio y su incitación es más actual que nunca. Su libro nos recuerda a qué extremos se ha llegado.

-Es una llamada de atención. Ese discurso del odio se está extendiendo por toda Europa. Parece que no haya pasado el tiempo: recuperan símbolos nazis o colaboracionistas, el mensaje es de «no nos arrepentimos». Hay violencia verbal, de momento cobarde y escondida, pero encierra algo muy peligroso. Lo narrado en mi libro sucedió en suelo europeo y muchas barbaridades fueron cometidas por gente culta. Hay que trabajar mucho, en escuelas y familias, para evitar que se repita.