Los hermanos Marx y el bus interurbano

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

03 feb 2018 . Actualizado a las 12:37 h.

El planteamiento es tan surrealista como una comedia de los hermanos Marx. Un absurdo como el de Sopa de ganso, con aquello de «¿a quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos?». Solo que aquí hablamos de realidad, no de ficción.

Después de la película que hemos vivido en los últimos meses con la entrada de los buses interurbanos al centro de la ciudad (primero sí, después no, antes los del norte, después los del sur…), con el Ayuntamiento y la Xunta como actores principales, y ahora que todo parece encaminado para que lleguen también a los jardines usuarios de Arteixo o de Carballo, toman la palabra los responsables de Arriva para dejar en evidencia un plan que nace un poquito torcido.

En Arriva dicen dos cosas. Primero, que no tiene sentido que los viajeros lleguen a una parada y luego retornen desde otra diferente, porque se van a liar. Y segundo, que yendo antes a la estación de autobuses y después al centro, y no al revés, se pierden entre 12 y 14 minutos por recorrido. Casi nada.

¿Y qué responden el Ayuntamiento y la Xunta? Pues que Arriva tiene toda la razón, al tiempo que admiten su propia incapacidad para poner remedio al asunto, al menos de momento, y se culpan mutuamente. Puede ser difícil de comprender, pero es así. Una vez más, Sopa de ganso: «Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan a un niño de cinco años!».

El gobierno local llegó a admitir incluso que la propuesta de Arriva mejora el servicio, según el concejal de Mobilidade, Díaz Grandío. Pero el plan de transporte lo aprobó la Xunta, «e nós -añadió- non podemos modificar o que vén escrito no plan». ¡Ah! El papel dice lo que dice. O sea, que «la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte». Burocracia. Lo sentimos por el usuario. Veamos qué argumenta la parte contratante de la segunda parte. La Xunta entiende también el argumento de Arriva, asegura que su intención es modificar la ruta más adelante para solucionar al menos el problema de las paradas dobles, y lamenta que el consistorio haya puesto reparos a ese cambio. Añade que cuando se diseñó el plan la concesionaria era otra, no Arriva, y no puso reparos. Así que ahora…

Todo esto explica muy bien el proceso por el que los ciudadanos creamos instituciones públicas para dar soluciones a nuestros problemas que a veces son incapaces de dar soluciones a nuestros problemas. Y una vez más hay que recurrir al impagable Groucho: «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico erróneo y aplicar después los remedios equivocados». Pues tal cual.