Adiós a la ruina de La Toja, pero no a las chabolas del poblado de A Pasaxe

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Ayer cayeron los últimos restos de la antigua nave, condenada desde hace 17 años

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Diecisiete años y cuatro alcaldes después de su declaración de ruina, la antigua nave de La Toja desapareció ayer del mapa. Se había declarado su expediente de ruina en el 2000 y diversos fallos judiciales se sucedieron desde entonces destacando el peligro existente para los chabolistas colindantes. Ese peligro, al fin, ha desaparecido, como también 1.700 toneladas de basura que llevaban todavía más tiempo acumulándose en el asentamiento.

La situación ha mejorado -sobre todo la seguridad para quienes siguen viviendo allí-, pero el problema todavía no está resuelto. Varias familias que perdieron sus infraviviendas durante las obras fueron realojadas en pisos en los Castros y Eirís, pero todavía quedan allí, en condiciones inhumanas, cerca de un centenar de personas. Alguno de los afectados por el derribo tampoco había conseguido esta semana que Servizos Sociais les ofreciera una alternativa.

El plan contra el chabolismo puesto en marcha por el gobierno local hace dos años, apenas contó hasta ahora con fondos para acometer actuaciones. Están pendientes también en los otros dos asentamientos, O Portiño y As Rañas. El derribo de la nave en A Pasaxe lo acometió el propietario, pero no supondrá el desalojo del poblado, que el consistorio pretende ir desmantelando progresivamente con realojos y otras medidas de apoyo.