Este oleirense se marchó a estudiar a Madrid y allí montó una banda, con ecos del indie-rock de los años noventa y muchas ganas de tralla
05 nov 2016 . Actualizado a las 22:58 h.Cantan en inglés, miran a los grupos independientes americanos de los 90 y apuestan por las melodías y los estribillos eléctricos. Así lo han dejado claro Enrique, Lucas y Antonio en sus dos epés grabados hasta la fecha - I Wish I Knew What You Did Last Summer y If We Are Falling - y varios conciertos.
-¿Por qué Saint Clementine?
-El nombre Saint Clementine no tiene ningún sentido ni significado en especial. Antonio y Lucas, quienes formaron inicialmente la banda, suelen veranear en Gandía y allí frecuentan un bar irlandés con sus amigos. Una vez, cuando decidieron formar la banda y buscaban un nombre - y después de descartar varios -, pensaron que algo con Saint quedaría bien y surgió Saint Clementine. Tiempo después (y muchas horas malgastadas en Google) descubrimos que Saint Clementine es el patrón del cementerio en el que fueron enterrados los padres de Harry Potter, aunque solo se menciona en uno de los videojuegos y resulta ser una discordancia con respecto a lo dicho en los libros de la saga. En cualquier caso el nombre de la banda es así porque sí, sin más.
-¿Cómo decidió montar la banda en Madrid, siendo de Oleiros?
-Me vine a Madrid para estudiar en la universidad y a la poca gente que conocía en la ciudad eran miembros de bandas que habían tocado alguna vez en Coruña, así que solía ir a conciertos con ellos o de sus grupos. Llevando ya un par de años en Madrid conocí a Lucas (voz, guitarra) en uno de estos conciertos y montamos con Lois y Dani, otros dos amigos de Coruña que viven en Madrid, un grupo de emo-punk tipo Joyce Manor llamado Peach Creek.
-El grupo tiene un aire indie/power-pop muy años 90, con ecos de bandas como Superchunk o Pavement. ¿Esa es la música que os gusta?.
-Nos gusta ese rollo pero, aunque suene a cliché, el sonido de la banda es la fusión de los gustos de los tres. Lucas tocó en su adolescencia en bandas de metalcore y deathcore, Antonio es un fanático del Metal (está harto de que anunciemos que sabe tocar todos los temas de Metallica a la batería) y yo empecé a escuchar música realmente en serio cuando descubrí el hardcore-punk. Aparte de esto todos hemos pasado por la época de Nirvana, MUSE, Green Day, Pink Floyd y todo lo que suele escuchar un adolescente que empieza a interesarse por la música; nos gusta el jazz, la electrónica, el pop... No intentamos tocar en base a algo que hayamos escuchado, pero si sale será porque pulula de manera inconscientemente por nuestras cabezas.
-El año pasado actuaron en el Basticore. ¿Cómo lo recuerdan?
-La experiencia fue genial, a pesar de que los nervios fueran por partida doble al tener que tocar y trabajar en el festival. Todos los años tratamos de incorporar al cartel un par de bandas con miembros de la organización del festival entre sus integrantes, así que aprovechando que Lucas tocaba con nosotros abrieron el festival Verano, su otra banda con Micho y Roca (cantante de los antiguos Desidia, grupo de screamo coruñés) que además son mis compañeros de piso en Madrid.
-¿Volverán por aquí en breve?
-Nuestra intención es volver a tocar a Galicia en los próximos meses y en varias ciudades además. De nuevo, es una suerte tener colegas y bandas amigas en varias provincias gallegas.
-Las letras hablan de la angustia adolescente y las relaciones complicadas de pareja. ¿Son autobiográficas?
-Lucas escribe todas las letras de las canciones y, aunque alguna es directamente autobiográfica, la mayoría hablan de sensaciones y situaciones hipotéticas, sin tener por qué hablar de alguien en particular. Son sensaciones por las que probablemente todos y todas pasaremos alguna vez en la vida. Empatizar con nosotros no es complicado.
-Tienen dos minielepés en el bandcamp. ¿Van a aventurarse en la edición física?
-Lo hemos hecho. Del primer epé hicimos una tirada inicial de 12 y otra a mayores de 50. De nuestro If We Are Falling encargamos 50 copias a fábrica, pero cada una de ellas tiene un pequeño inserto de cartón con una estampación hecha a mano, una frase distinta de las canciones que contiene el disco y un mensaje de agradecimiento.
-Todo el mundo tiene algo que le lleva a dar el paso. En su caso, qué grupo le animó a querer montar su propia banda.
-Es difícil nombrar uno solo, pero me arriesgaría a decir que el detonante fue cuando un compañero de clase en la ESO me pasó un tema de Rise Against por bluetooth al móvil.