Accem acogerá a más inmigrantes si logra que le alquilen pisos

Rodri GArcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La oenegé gestiona siete viviendas en la ciudad y lleva 20 días buscando dónde ubicar a seis personas que llegarán en breve

02 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Algunas personas te dicen claramente que no alquilan a inmigrantes y otras lo hacen de forma camuflada diciendo que el piso es para el sobrino o que hablaron con el hermano y no quiere...». Esto explicaba ayer Carmen Vázquez, responsable de la oenegé Accem Galicia. Y es que uno de los problemas urgentes que tiene ahora mismo la entidad es el de contar con una vivienda de alquiler para acoger a seis personas que llegarán en breve. «Tenemos muchísimas dificultades para encontrar pisos; la gente te dice que se llevaría a los sirios a su casa, pero luego son muy reacios a alquilar un piso...», reflexionan desde esta organización que lleva diez años en la ciudad.

En estos momentos la oenegé gestiona siete pisos de asilo, de los cuales tres fueron acondicionados por Ikea. «La tienda ha destinado 35.000 euros en mobiliario, artículos de decoración y equipamiento del hogar y servicios de transporte y montaje», indicaron ayer desde la firma. Fueron 50 voluntarios de la compañía los encargados de las tareas.

Accem tiene en los pisos a 36 personas de numerosas nacionalidades: Somalia, Eritrea, Siria, Armenia, Venezuela... Todas ellas han ido llegando a través de la Oficina de Asilo y Refugio, dependiente del Ministerio de Interior. «La gente que llega solicita asilo, no son refugiados y algunos nunca llegan a serlo, aunque se les da una protección internacional», detalla Carmen Vázquez. En este sentido explica que hay tres tipos de procedencia: las personas que vienen por sus propios medios, los reubicados que proceden de Grecia o Turquía y el tercer grupo es el de los reasentados «que ya están ahora en algún campo». Luego están los subsaharianos, los que viene en pateras o a través del salto de las vallas que reciben protección internacional y no pueden ser repatriados. De todos modos, «cada caso lo estudia la Oficina de Asilo y Refugio», cuyo programa de acogida los va asignando. Una vez en la ciudad tienen un primer período de seis meses en los que son acogidos en un piso, con sus necesidades básicas cubiertas y está obligados a acudir a clases de español. Un psicólogo, un abogado que les tramita la documentación y los tres educadores que llevan los pisos se encargan de ayudarles. En la segunda etapa, la vivienda ya está alquilada a nombre de estas personas «aunque lo sigue pagando el programa», y el objetivo es insertarlos en el mundo laboral. Una tercera y última fase prevé alguna ayuda puntual y con ello finaliza un programa de integración en la ciudad que dura unos dos años.