Una tonelada de cubos de Rubik en homenaje a la Torre

A CORUÑA

Ernesto Fernández comenzó en el Muncyt un nuevo reto, construir una torre de Hércules con 7.000 cubos

05 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Ernesto Fernández Regueira, de 44 años, le quedan unas semanas de mucho esfuerzo y precisión. Trabajo al cubo. «Hasta ahora no se había hecho nada así en el mundo», destaca poco antes de empezar a montar una torre de Hércules con 7.000 cubos de Rubik como material principal. «Pesan una tonelada y su valor total es de 100.000 euros», comenta. La firma que los comercializa se hace cargo. Con tanto peso va a precisar la ayuda de otra persona que haga un armazón. «Hay que hacer una estructura porque si no...», comenta desde el Muncyt, el lugar elegido para la proeza. La razón de esta ubicación es que justo ayer se cumplieron cuatro años de la inauguración del museo y el mes que viene hará siete de la declaración de la Torre como patrimonio de la humanidad. Ernesto saltó a la fama hace casi una década a raíz de ganar varios campeonatos de Rubik. Es capaz de terminar el juego en un abrir y cerrar de ojos. Da la sensación de que los colores corren cada uno para su lado cuando ven a Ernesto, que viaja por todo el mundo gracias a su afición convertida en medio de vida. De manera paralela a la construcción del faro de cubos habrá otras actividades como una pequeña Torre diseñada con unos pocos cubos que esconde una imagen que hay que descubrir. «Incluye una serie de códigos internacionales. El que los descifre recibirá de regalo un viaje a Praga y, si aciertan varios, se sortea. Se puede participar a través de la web del museo», avanza con pasión. A final mes, cuando haya terminado el montaje, expondrá cubos de distintos países y algunas piezas firmadas por el mismísimo Rubik, el Erno que cambió la vida de Ernesto.

 

Paleta de prata

Arga (Asociación de Artistas Plásticos Galegos) entregó ayer su sexta Paleta de Prata. Explican que es una distinción que sirve para reconocer la labor de personas que ayudan a enriquecer la cultura gallega. «Lo único que hice es trabajar lo mejor que pude, eso sí, sin descanso. Llevo cuarenta y pico años dando caña, ese es mi único mérito», comenta Pedro Bueno, el artista homenajeado ayer en un acto que se desarrolló en la sede de Afundación en el Cantón. «Es algo que te hacen los colegas de profesión y es bonito porque eso viene a decir que te quieren», apunta el artista coruñés, que reconoce que este tipo de reconocimientos «te hacen pensar, porque normalmente se hacen a gente de cierta edad y, claro, ya voy teniendo años», asegura sonriente antes de recibir la plateada paleta.

 

Fin de carrera

Una empresa dedicada a la elaboración de salsas delicatesen con caracoles, un restaurante de comida rápida gallega o una firma de reparto de comidas a domicilio que ofrece recetas exclusivas. Los negocios relacionados con la alimentación fueron mayoría entre los trabajos de fin de grado de ADE (Administración y Dirección de Empresas) de Cesuga. Presentaron sus propuestas en inglés ante parte del equipo docente de este centro universitario privado. Si dentro de unos años ven en las estanterías de un súper una gama de salsas con el caracol como ingrediente principal piensen que la idea surgió de alguno de los chavales de la imagen.