Tras medio siglo, los profesionales del básket desembarcaron en la isla
27 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El deshielo en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se acelera día a día. Y la última muestra ha sido un campamento deportivo que la NBA ha celebrado esta semana en La Habana. Por primera vez en cincuenta años, los mismos que ha durado la ruptura entre los dos países, la asociación profesional de baloncesto estadounidense desembarcaba en la isla caribeña el jueves pasado.
Una delegación formada por antiguos jugadores y entrenadores de varios equipos aterrizó en La Habana para protagonizar cuatro días de entrenamientos, charlas y ojeos. Es la primera liga profesional norteamericana que organiza en Cuba una actividad de este tipo, pero no va a ser la última. El próximo mes de junio, por ejemplo, el mítico equipo de futbol neoyorquino Cosmos, en el que esta temporada juega el español Raúl González, también viajará hasta La Habana.
Todo indica que Cuba, que antes de la revolución liderada por Fidel Castro estaba íntimamente unida comercial y culturalmente a su gran vecino del norte, va a volver a estarlo en muy poco tiempo. Y no hay duda de que el deporte es un importante elemento de cohesión. Lo sabe la NBA y lo sabe el departamento de Estado, que fue consultado por la liga baloncestista y dio su aprobación al campamento.
El baloncesto es uno de los deportes más seguidos por los cubanos, el cuarto tras el béisbol, el boxeo y el fútbol. Sus equipos nacionales han conseguido importantes victorias en la historia del deporte, como la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
La delegación de la NBA, que ha organizado el campamento en colaboración con la Federación Internacional de Baloncesto, estaba formada por los ex jugadores Steve Nash y Dikembe Mutombo. Este último declaró a su llegada a La Habana que ellos no llegaban allí «como políticos, sino como deportistas». Por su parte, Steve Nash, que se retiró esta temporada, alabó algunos de los logros del gobierno cubano: «Cuba ha tenido algunas dificultades y es obvio que necesita algunas cosas pero no desde luego en sus sistemas educativo y sanitario». Además de los dos exjugadores también han formado parte de la delegación los entrenadores Quin Snyder, de los Utah Jazz, y James Borrego, de los Orlando Magic. La NBA organiza estos campamentos en países de todo el mundo pero esta ha sido la primera vez que lo hacía en Cuba. Durante esos cuatro días, los miembros de la liga profesional de baloncesto estadounidense han trabajado tanto con jugadores cubanos sénior de los equipos masculinos y femeninos como con niños y adolescentes.
Una polémica
Solo ha habido una nota discordante en este viaje, como en todo lo relacionado con la recuperación de las relaciones entre Washington y La Habana: una parte de los exiliados cubanos de Florida que no están de acuerdo con la decisión de Obama y tampoco con el campamento organizado por la NBA. En la polémica se ha visto envuelto además el equipo de baloncesto de Miami, los Heat, entre cuyos seguidores están una buena parte de esos cubanos estadounidenses. En un primer momento, se dijo que la NBA no había consultado con ese equipo para organizar el viaje pero más tarde se supo que habían sido los propios directivos de los Heats los que declinaron cualquier vinculación con la aventura cubana de la NBA.