EU se queda sin voz

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

PSOE y BNG desearon una pronta recuperación al portavoz de Esquerda Unida, César Santiso, que no pudo asistir a la sesión

27 ene 2015 . Actualizado a las 22:17 h.

El año político arranca con sopor y nostalgia en María Pita. La sensación de letargo nunca ha sido ajena a las sesiones plenarias, que sean muy largas o cortas, como las dos horas de ayer, suelen estar plagadas de exposiciones y debates cien veces repetidos. La nostalgia es menos habitual, la causaron los escaños vacíos de Esquerda Unida, huérfana de su portavoz, Cesar Santiso, al día siguiente de la apoteosis griega de sus primos políticos de Syriza.

Santiso se excusó por enfermedad, la misma que le ha impedido su actividad política habitual durante las últimas semanas. Los otros portavoces de la oposición, Mar Barcón (PSOE) y Xosé Manuel Carril (BNG) le desearon una pronta recuperación. El PP lo obvió quizá porque la mayoría de sus concejales ignoraban que su rival en el ala izquierda sufre una dolencia.

La ausencia de Santiso provocó un regreso al pasado de casi nueve años, cuando un partido, antes el PSOE y ahora el PP, se enfrentaba con mayoría absoluta a dos grupos de la oposición. A juzgar por lo de ayer quizá las sesiones fuesen más cortas, pero no eran mucho más apasionantes.

 

 

Una sesión sin Pokémon

 

Durante los últimos meses, aunque insiste en que no era plato de su gusto, el portavoz de EU participó en algunas de las broncas más descarnadas que se recuerdan en María Pita. Santiso era el único que sacaba sesión tras sesión la operación Pokémon, Bárcenas, Gürtel y otros para atosigar a los populares de Carlos Negreira. Ayer hubiese podido disparar con abundante munición tras la otra apoteosis de la semana pasada, la televisiva de Luis Bárcenas tras su salida, fianza de 200.000 euros mediante, de la cárcel de Soto del Real.

Sin esas discusiones y con un solo punto de debate en el orden del día, mociones y preguntas aparte, el pleno discurrió a marcha de tractor, sin ningún debate de calado político aunque las municipales están ahí al lado. Incluso el edil de Urbanismo, Martín Fernández Prado, que suele usar un tono dinámico estuvo algo desganado cuando defendió el Pepri. Es difícil que un plan urbanístico levante pasiones, pero el documento lleva tanto tiempo en gestación que todo el mundo parece cansado de él. Tanto que el alcalde limitó los turnos de intervención a cinco minutos y la oposición solo se quejó un poco. Al final Negreira hizo la vista gorda cuando el reloj llegaba al rojo para que todos tuviesen unos segundos más, pero eso en nada ayudó con el debate o el sopor.

pleno municipal